En este 2020 mar­ca­do por el Covid-19, la dis­tan­cia social, los con­fi­na­mien­tos… cuan­do los niños quie­ren ver a sus abue­los, prác­ti­ca­men­te sólo tie­nen una alter­na­ti­va: inter­net. Es en este con­tex­to que la star­tup Cari­bu, que se dedi­ca pre­ci­sa­men­te a conec­tar a los mayo­res con los peque­ños, ha cre­ci­do como jamás antes sus fun­da­do­res se hubie­sen podi­do ima­gi­nar. Una app crea­da en EEUU en 2017 por el espa­ñol Álva­ro Sabi­do y la cuba­na Maxe­me Tuch­man.

“Hoy somos 10 veces mayo­res que hace sólo seis meses, al ini­cio de la pan­de­mia, y hemos tri­pli­ca­do el núme­ro de emplea­dos”, expli­có  el espa­ñol Álva­ro Sabi­do, cofun­da­dor de la apli­ca­ción jun­to a la cuba­na Maxe­me Tuch­man.

Caribu fue fundada en 2017 origen para conectar a familias con militares

Cari­bu fue fun­da­da en 2017 en EEUU con la idea ini­cial de conec­tar a las fami­lias mili­ta­res, des­pués de que Sabi­do obser­va­se cómo la úni­ca mane­ra que tenía un sol­da­do asig­na­do a una misión en el extran­je­ro de leer un cuen­to a su hija era retrans­mi­tien­do la ima­gen del libro físi­co median­te la cáma­ra de la compu­tado­ra por­tá­til.

Así, este inge­nie­ro pen­só que “debía haber otros sis­te­mas más cómo­dos y efi­cien­tes”, y jun­to a Tuch­man desa­rro­lla­ron y saca­ron al mer­ca­do la apli­ca­ción de video­lla­ma­das, en la que el menor y el adul­to ven exac­ta­men­te los mis­mos con­te­ni­dos en sus res­pec­ti­vas pan­ta­llas: libros para leer, para colo­rear, jue­gos, etc.

Pese al foco ini­cial en las fami­lias mili­ta­res, Tuch­man cuen­ta cómo rápi­da­men­te se die­ron cuen­ta de que otro seg­men­to de la socie­dad se esta­ba intere­san­do mucho por su pro­duc­to: la gen­te mayor con nie­tos y, muy espe­cial­men­te, las abue­las.

“Las abue­las harán todo lo posi­ble por estar en con­tac­to con sus nie­tos y fami­lias, y si es nece­sa­rio, se saca­rán un doc­to­ra­do en cien­cias infor­má­ti­cas”.

Maxe­me Tuch­man. Cofun­da­do­ra de Cari­bu

“Las abue­las harán todo lo posi­ble por estar en con­tac­to con sus nie­tos y fami­lias, y si es nece­sa­rio, se saca­rán un doc­to­ra­do en cien­cias infor­má­ti­cas”, bro­mea Tuch­man, quien ase­gu­ra que des­de la indus­tria muchas veces se sub­es­ti­ma la capa­ci­dad téc­ni­ca y cono­ci­mien­tos infor­má­ti­cos de la gen­te de entre 50 y 70 años. “Tie­nen mucha des­tre­za con la tec­no­lo­gía”, apun­ta.

Las descargas se multiplicaron a partir de marzo de 2020 con la pandemia

El pro­yec­to fue bien reci­bi­do en el mer­ca­do y la apli­ca­ción se des­car­ga­ba a buen rit­mo a tra­vés de la App Sto­re de Apple, pero cuan­do lle­gó mar­zo de este año, la diná­mi­ca cam­bió por com­ple­to: las des­car­gas se mul­ti­pli­ca­ron, la base de usua­rios se dis­pa­ró y empe­zó a llo­ver dine­ro e inte­rés por par­te de los inver­so­res en la pla­ta­for­ma.

“No dor­mi­mos des­de el 13 de mar­zo”, bro­mea Tuch­man.

 “La prio­ri­dad núme­ro uno de las fami­lias con la pan­de­mia fue estar segu­ros, pero la núme­ro dos fue man­te­ner­se men­tal­men­te sanos y conec­ta­dos, y para ello está Cari­bu”.

Como en el caso de Zoom y otras apli­ca­cio­nes de inter­net, la empre­sa se halla­ba per­fec­ta­men­te posi­cio­na­da para dar res­pues­ta a las nue­vas nece­si­da­des de los con­su­mi­do­res, y a ello se sumó el “boom” de la App Sto­re, que ha vis­to cómo en los últi­mos meses se dis­pa­ra­ba la acti­vi­dad, tan­to por la pan­de­mia como por la nue­va estra­te­gia de nego­cio de Apple, cen­tra­da en los ser­vi­cios.

La apli­ca­ción Cari­bu, que tie­ne con­te­ni­dos en espa­ñol, por­tu­gués, inglés, fran­cés, chino man­da­rín y otros idio­mas, los adap­ta tam­bién a la reali­dad social de cada momen­to. Una app que aho­ra, con la vuel­ta al cole en muchos paí­ses, y con los nue­vos mie­dos y tal vez con­ta­gios que esto pue­de gene­rar, pue­de vol­ver a vivir un incre­men­to con­si­de­ra­ble de des­car­gas y de usos entre los niños y sus que­ri­dos abue­los y abue­las.

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