Foto: EFE/Biel Ali­ño.

La DANA que sigue azo­tan­do a la Comu­ni­tat Valen­cia­na está dejan­do imá­ge­nes dan­tes­cas, muchas de ellas difí­cil­men­te vis­tas has­ta aho­ra. El nue­vo cau­ce del río Turia a su paso por Valen­cia pre­sen­ta una ima­gen para la his­to­ria. Está prác­ti­ca­men­te lleno des­de el mar­tes 29 por la tar­de, momen­to de alta gra­ve­dad en el que se pro­du­je­ron las fuer­tes tor­men­tas.

El cau­ce se lle­na por las apor­ta­cio­nes de ram­blas y barran­cos que con las llu­vias de las últi­mas sema­nas bajan lle­nos de agua y vier­ten en el lecho del Turia. Cada vez que se pro­du­cen pre­ci­pi­ta­cio­nes abun­dan­tes es habi­tual la ima­gen del nue­vo cau­ce pleno de agua, pero nun­ca como aho­ra.

Cum­ple así su fun­ción de reco­ger las ave­ni­das del Turia y evi­tar que inun­den la ciu­dad y su área metro­po­li­ta­na. Así lo hizo ya por pri­me­ra vez en octu­bre de 1971, cuan­do una gota fría estre­nó y puso a prue­ba la nue­va infra­es­truc­tu­ra. La ciu­dad que­da­ba así pro­te­gi­da de las ria­das.

En la Torre, la peda­nía valen­cia­na situa­da jun­to al cau­ce, la UME esta­ba actuan­do esta noche ante la can­ti­dad de agua que ane­ga­ba sus calles.

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