«Tangana» forma parte del XII Ciclo de Compañías Valencianas de la sala Russafa

El elen­co de «Tan­ga­na».

Hay quien esta­ría dis­pues­to a cual­quier cosa para dis­fru­tar de los 15 minu­tos de fama que corres­pon­den a cada ser humano en su vida, según Warhol. Los per­so­na­jes de Tan­ga­na optan por el secues­tro de todo un icono social para con­se­guir­la. Sala Rus­sa­fa aco­ge del 24 al 27 de noviem­bre, den­tro del XII Ciclo de Com­pa­ñías Valen­cia­nas, el nue­vo espec­tácu­lo de 7 Colec­ti­vo, que arran­ca con esta pre­mi­sa.  

Marian Villaes­cu­sa y la com­pa­ñía fir­man esta pie­za que ver­sio­naVamos a por Guti, una obra del dra­ma­tur­go cata­lán Albert Boro­nat estre­na­da en 2011, cuan­do la selec­ción espa­ño­la había gana­do el mun­dial y la cri­sis inmo­bi­lia­ria alar­ga­ba su som­bra.

Sus pro­ta­go­nis­tas eran cua­tro tra­ba­ja­do­res de Tec­no­ca­sa que inten­ta­ban sol­ven­tar sus pro­ble­mas al ganar una apues­ta fut­bo­lís­ti­ca, secues­tran­do a uno de los ído­los del momen­to. «Pero, 11 años des­pués, ¿quién es Guti?», se pre­gun­ta­ron des­de 7 Colec­ti­vo cuan­do empe­za­ron el tra­ba­jo de adap­ta­ción del espec­tácu­lo al nue­vo con­tex­to social.

En pri­mer lugar, bus­ca­ron una situa­ción de pre­ca­rie­dad labo­ral actual, que expli­ca­ra la deses­pe­ra­ción a la que pue­de lle­gar una per­so­na que no pue­de ganar­se la vida. Y pen­sa­ron en uti­li­zar como per­so­na­jes a rai­ders que car­gan de acá para allá con sus mochi­las. «Pero, hablan­do con com­pa­ñe­ros del sec­tor, nos dimos cuen­ta de que todos, en un momen­to u otro, había­mos sido cama­re­ros. La mayo­ría nos había­mos vis­to obli­ga­dos a com­pa­gi­nar las artes escé­ni­cas con otras pro­fe­sio­nes para poder sub­sis­tir», recuer­da Miguel Torre­ci­lla, inte­gran­te de la com­pa­ñía y del espec­tácu­lo.

Esto les lle­vó a cen­trar la nue­va ver­sión de la obra en la situa­ción de los tra­ba­ja­do­res de la cul­tu­ra y, en con­cre­to, de la esce­na valen­cia­na, «pero sin vic­ti­mis­mo», como remar­ca Torre­ci­lla, quien admi­te que en Madrid o Bar­ce­lo­na hay muchas opor­tu­ni­da­des de actuar y más públi­co.

«Pero la com­pe­ten­cia es enor­me. Aquí hay una esce­na muy intere­san­te, con espa­cios que pro­gra­man y gen­te que hace cosas muy bue­nas. Cree­mos que la dife­ren­cia está en la fal­ta de cul­tu­ra tea­tral. Es muy tris­te que aquí las salas no se lle­nen y que la gen­te, habi­tual­men­te, no pien­se en ir al tea­tro como una opción de ocio», expli­can des­de la for­ma­ción.

Deci­di­dos a hablar de estos temas, trans­for­ma­ron a los pro­ta­go­nis­tas del espec­tácu­lo en cua­tro anti­guos com­pa­ñe­ros de la escue­la de arte dra­má­ti­co que, tras años sin con­se­guir la fama, pla­nea­ban asal­tar­la por la fuer­za secues­tran­do a todo un icono. ¿Y quién podía ser un refe­ren­te social en 2022?

Una esce­na de la obra.

«Un producto completo»

Estu­vie­ron bara­jan­do varios nom­bres, pero al final se que­da­ron con C.Tangana por cómo ha enfo­ca­do su carre­ra. «Se ha con­ver­ti­do a sí mis­mo en un pro­duc­to al com­ple­to. Es un ído­lo en la músi­ca, pero tam­bién en la moda o el audio­vi­sual, con sus video­clips. Ha hecho lo que algu­nos pro­fe­so­res nos reco­men­da­ban cuan­do está­ba­mos estu­dian­do. Nos acon­se­ja­ban hacer de noso­tros mis­mos una obra, un pro­duc­to, para con­se­guir el éxi­to», recuer­da Torre­ci­lla, quien no com­par­te esa mane­ra de desa­rro­llar una carre­ra artís­ti­ca.

«Es más intere­san­te dar el sal­to al mer­ca­do por­que tus espec­tácu­los sean bue­nos, por­que lo que haces sea intere­san­te, no por­que tú seas popu­lar», argu­men­ta en nom­bre de la com­pa­ñía.  

Siguien­do esta filo­so­fía, 7 Colec­ti­vo va por su cuar­to mon­ta­je, hacién­do­se un nom­bre en la esce­na emer­gen­te de la ciu­dad, jun­to a com­pa­ñías como La Gal­gue­ra, Lea­mok o Enca­ra No Té Nom Pro­duc­cions, que recien­te­men­te pasó por Sala Rus­sa­fa. «Pen­sa­mos que hay un cal­do de cul­ti­vo muy bueno, con una cone­xión muy direc­ta entre lo que se cue­ce social­men­te y lo que inten­ta­mos tra­ba­jar las nue­vas gene­ra­cio­nes en nues­tros espec­tácu­los», comen­tan des­de la for­ma­ción valen­cia­na.

Sus inte­gran­tes, Vicen­te Ausi­na, Fran­cis­co De La Hoz, Alber­to Mar­tín De Miguel y Miguel Torre­ci­lla, han ido adap­tan­do situa­cio­nes, rees­cri­bien­do esce­nas del mon­ta­je ori­gi­nal y crean­do nue­vas para con­for­mar Tan­ga­na en un pro­ce­so de crea­ción con­jun­ta, en el que han inclui­do a la direc­to­ra del mon­ta­je.

Ade­más, los cua­tro suben al esce­na­rio como intér­pre­tes en una pues­ta en esce­na gam­be­rra y reta­do­ra, que se com­ple­ta con la ambien­ta­ción sono­ra en vivo que rea­li­za Miquel Mateu, con una ban­da sono­ra ori­gi­nal lle­na de gui­ños a la estre­lla de la músi­ca. El resul­ta­do es una come­dia tan fres­ca como car­ga­da de ver­da­des, que refle­ja la mira­da de una juven­tud que ya ron­da los 30 y sigue bus­can­do cómo hacer­se un hue­co en un mun­do cada vez más mer­can­ti­li­za­do.   

 

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