El Cen­tre del Car­me Cul­tu­ra Con­tem­po­rà­nia exhi­be Bet­ween debris and things una expo­si­ción que se podrá ver has­ta el 19 de abril que mues­tra la cara ocul­ta del con­su­mo capi­ta­lis­ta. El direc­tor del Cen­tre del Car­me, José Luis Pérez Pont, y el comi­sa­rio de la mues­tra, Anto­nio Ruiz Mon­te­si­nos, han pre­sen­ta­do esta maña­na la expo­si­ción acom­pa­ña­dos por algu­nos de los artis­tas.

Bet­ween debris and things es un pro­yec­to expo­si­ti­vo selec­cio­na­do en la con­vo­ca­to­ria públi­ca V.O. de comi­sa­ria­do del Con­sor­ci de Museus de la Comu­ni­tat Valen­cia­na. La mues­tra reúne las obras de Jørund Aase Fal­ken­berg, Ele­na Aitz­koa  (Ála­va, 1984), Anaís Angu­lo Del­ga­do (Mála­ga, 1985), Lucía C. Pino (Valèn­cia, 1977), Alber­to Fei­jóo (Ali­can­te, 1985); Albert Giro­nès (Tarra­go­na, 1995), Chris­tian Laga­ta (Jerez de la Fron­te­ra, 1986) Julia Lle­re­na (Sevi­lla, 1985), Jesús Palo­mino (Sevi­lla, 1969) y Julià Pana­dès (Mallor­ca, 1981).

En la expo­si­ción Bet­ween debris and things se cues­tio­na el sis­te­ma capi­ta­lis­ta y la moder­ni­dad a par­tir de teo­rías que cri­ti­can el antro­po­cen­tris­mo y que seña­lan las con­se­cuen­cias del con­su­mo des­me­su­ra­do y des­cri­ben un pai­sa­je deca­den­te o en el que la natu­ra­le­za ter­mi­na impo­nién­do­se.

El pro­yec­to pre­sen­ta a una serie de crea­do­res que están tra­ba­jan­do a par­tir de obje­tos y mate­ria­les encon­tra­dos. Los dife­ren­tes artis­tas reco­gen estos obje­tos que han que­da­do en desuso y, a tra­vés de las prác­ti­cas artís­ti­cas los pre­sen­tan ante el públi­co en algu­nos casos para que estos cuen­ten su pro­pia his­to­ria y en otros apa­re­cen trans­for­ma­dos cam­bian­do su aspec­to rui­no­so por la belle­za de una obra de arte, mos­tran­do una narra­ti­va “reci­cla­da”.

Pérez Pont ha seña­la­do que “esta expo­si­ción nos mues­tra la con­tra­dic­ción entre crea­ción y des­truc­ción: a medi­da que la huma­ni­dad avan­za en lo que lla­ma­mos pro­gre­so va dejan­do atrás toda una serie de ele­men­tos en desuso, basu­ra, una ten­den­cia que no sabe­mos si vamos a ser capa­ces de inver­tir”.

El direc­tor del Cen­tre del Car­me con­si­de­ra que “‘Bet­ween debris and things’   no pre­ten­de ser una mira­da pesi­mis­ta de nues­tro entorno sino plan­tear pre­gun­tas al espec­ta­dor, no tan­to des­de la teo­ría sino des­de las emo­cio­nes”.

“La emer­gen­cia cli­má­ti­ca es una preo­cu­pa­ción mun­dial y a lo lar­go de este 2020 va a ser uno de los ejes de la pro­gra­ma­ción del Cen­tre del Car­me y del Con­sor­ci de Museus, mos­tran­do el com­pro­mi­so de esta ins­ti­tu­ción y de la crea­ción con­tem­po­rá­nea con esta cri­sis que ame­na­za el pla­ne­ta” ha seña­la­do Pérez Pont.

El direc­tor del Cen­tre del Car­me ha expli­ca­do asi­mis­mo que “esta mues­tra nos per­mi­te reco­no­cer el tra­ba­jo y las preo­cu­pa­cio­nes de dos artis­tas de nues­tra Comu­ni­tat, Lucía C. Pino y  Alber­to Fei­joo, en rela­ción a las prác­ti­cas de otros crea­do­res espa­ño­les y euro­peos en la línea de nues­tra con­vo­ca­to­ria V.O. de comi­sa­ria­do”.

Según Anto­nio Ruiz Mon­te­si­nos “la mues­tra par­te de una corrien­te nue­va de pen­sa­mien­to según la cual los obje­tos no están por deba­jo de la huma­ni­dad ni a su ser­vi­cio, sino que exis­te una rela­ción simé­tri­ca. La gene­ra­ción de resi­duos es la con­se­cuen­cia de esta creen­cia de que la natu­ra­le­za está al ser­vi­cio de la huma­ni­dad, por no ser capa­ces de enten­der ese equi­li­brio”.

Ya en los años 60 Robert Smith­son habla­ba sobre los obje­tos aban­do­na­dos, mos­trán­do­nos la cara ocul­ta del con­su­mo capi­ta­lis­ta. En su tex­to A Tour of the Monu­ments of Pas­saic (1967), Smith­son rea­li­za una estra­te­gia de resig­ni­fi­ca­ción de las rui­nas indus­tria­les del Pas­saic, enfo­can­do su aten­ción en con­tex­tos urba­nos de peri­fe­ria. Estos espa­cios, defi­ni­dos como “pai­sa­jes entró­pi­cos”, son espa­cios aban­do­na­dos, a medio camino entre la ciu­dad y lo natu­ral. Los monu­men­tos que des­cri­be son el resul­ta­do del inten­to falli­do de orde­na­ción de la natu­ra­le­za por par­te del hom­bre y están, como rui­nas con­tem­po­rá­neas, en pleno pro­ce­so de reab­sor­ción por par­te de la natu­ra­le­za.

José Luis Pérez Pont y el comi­sa­rio Anto­nio Ruiz (en el cen­tro) con algu­nos de los artis­tas.

Nues­tro momen­to pre­sen­te está defi­ni­do por dos situa­cio­nes en prin­ci­pio con­tra­pues­tas: por un lado, cada vez es más evi­den­te como la velo­ci­dad de cre­ci­mien­to que requie­re el capi­ta­lis­mo va a dejar un ras­tro imbo­rra­ble de basu­ra y modi­fi­ca­cio­nes sobre el pla­ne­ta. Por otro lado, des­de la filo­so­fía actual, se habla cada vez más de des­pla­zar del cen­tro al ser humano como intér­pre­te del mun­do.

Según el comi­sa­rio de la mues­tra “la expo­si­ción es un mues­tra­rio de que las cosas se pue­den hacer de otra mane­ra, seña­lan­do una nue­va rela­ción entre las per­so­nas, la natu­ra­le­za y los obje­tos” y ha des­ta­ca­do que “estos artis­tas no están impo­nien­do un sig­ni­fi­ca­do a los obje­tos sino que ese sig­ni­fi­ca­do nace de su rela­ción con el obje­to”.

El tra­ba­jo de Jørund Aase (Super­no­va, 2014) par­te de un fuer­te plan­tea­mien­to eco­lo­gis­ta. Tra­ta de incluir un vacío exis­ten­cial para pro­vo­car nue­vas acti­tu­des con­tem­pla­ti­vas a tra­vés de la pre­sen­cia direc­ta de los mate­ria­les, a los que deja que cuen­ten su pro­pia his­to­ria.

Ele­na Aitz­koa es escul­to­ra y poe­ta, aun­que su prác­ti­ca abar­ca tam­bién la músi­ca y la per­for­man­ce. El con­jun­to de pie­zas selec­cio­na­do for­man par­te del pro­yec­to Zar­za Cora­zón. Las pie­zas tie­nen aspec­to de hati­llos, un con­glo­me­ra­do de dife­ren­tes frag­men­tos de obje­tos que la artis­ta recu­pe­ra y recon­fi­gu­ra para crear nue­vas rela­cio­nes.

Anaís Angu­lo en Soro­lla – Leví (2018 – 2019) reco­lec­ta mue­bles y obje­tos aban­do­na­dos que son des­pués res­tau­ra­dos median­te téc­ni­cas rela­cio­na­das con la cons­truc­ción de mobi­lia­rio: los revis­te con gua­ta o gomaes­pu­ma, los tapi­za, los gra­pa o los pin­ta, un ejer­ci­cio de cui­da­do que pre­ten­de miti­gar el aban­dono que han sufri­do.

Las pie­zas que pre­sen­ta Lucía C. Pino per­te­ne­cen a su pro­yec­to Pla­ce no empha­sis. Estas pie­zas con­sis­ten en una serie de obje­tos coti­dia­nos ‑como un bom­bo, unos espe­jos o unos cilin­dros de hor­­mi­­gón- que han sido inter­ve­ni­dos median­te dife­ren­tes mate­ria­les, esta­ble­cien­do una rela­ción simé­tri­ca con ellos.

La pie­za de Alber­to Fei­jóo Ban­co de sala / estruc­tu­ra de alma­ce­na­je es una estruc­tu­ra mul­ti­fun­cio­nal: hecha para ser con­tem­pla­da y a la vez es una pie­za de mobi­lia­rio que ofre­ce un lugar de des­can­so para obser­var el res­to de obras. Sobre su super­fi­cie encon­tra­mos una serie de imá­ge­nes impre­sas en tela que nos tras­la­dan a otro terri­to­rio.

@espontani es una cuen­ta de Ins­ta­gram que lle­va en acti­vo des­de el año 2016. En ella Albert Giro­nès docu­men­ta inter­ven­cio­nes crea­das de for­ma espon­tá­nea a par­tir de obje­tos que encuen­tra en la calle y que que­dan des­pués en el espa­cio públi­co.

La pie­zas de Chris­tian Laga­ta mez­clan refe­ren­cias a lo pri­va­do y a lo públi­co, con­tex­tos que el capi­ta­lis­mo difu­mi­na cada vez más. Sobre una pla­ta­for­ma ali­ca­ta­da ‑como las pare­des del estu­dio de Laga­­ta- se dis­po­nen una serie de pie­zas que hacen refe­ren­cia a los dife­ren­tes espa­cios de la ciu­dad con­tem­po­rá­nea.

Julia Lle­re­na pre­sen­ta una pie­za  (La habi­ta­ción pro­pia, 2020) en la que con­ti­núa uti­li­zan­do obje­tos y mate­ria­les que encuen­tra en sus deam­bu­la­cio­nes. Habi­tual­men­te Lle­re­na orga­ni­za estos obje­tos en dos dimen­sio­nes ‑como en un pen­­ta­­gra­­ma- pero en esta oca­sión cons­tru­ye un habi­tácu­lo que hace refe­ren­cia a la caba­ña pri­mi­ti­va, un espa­cio de intros­pec­ción y de pen­sa­mien­to.

Julià Pana­dès pre­sen­ta un con­jun­to de pie­zas rea­li­za­das a par­tir de plás­ti­cos y dife­ren­tes mate­ria­les que encuen­tra por las pla­yas de Mallor­ca. Con estos mate­ria­les Pana­dès impro­vi­sa peque­ñas inter­ven­cio­nes efí­me­ras en for­ma de alta­res o tótems, que le per­mi­ten ima­gi­nar ritua­les para pro­te­ger el pla­ne­ta de la acción huma­na.

Jesús Palo­mino pre­sen­ta una nue­va edi­ción de car­te­les de la serie Atlas of aban­do­ned objects, que vie­ne rea­li­zan­do des­de el año 2012. En estos car­te­les, Jesús Palo­mino docu­men­ta el encuen­tro for­tui­to con obje­tos aban­do­na­dos en dife­ren­tes ciu­da­des de todo el mun­do.

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