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Ancianos, niños y bebés son grupos de riesgo y no deberían salir a la calle durante las horas de máximo calor.

La excep­cio­nal ola de calor que afec­ta­rá a Espa­ña estos días, con tem­pe­ra­tu­ras que supe­ra­rán los 40 gra­dos en bue­na par­te de la geo­gra­fía, acon­se­ja adop­tar algu­nas sen­ci­llas medi­das de pre­ven­ción, según la Orga­ni­za­ción de Con­su­mi­do­res y Usua­rios (OCU).

 

1) Ancia­nos, niños y enfer­mos cró­ni­cos deben per­ma­ne­cer pro­te­gi­dos de las altas tem­pe­ra­tu­ras. No deben salir fue­ra duran­te las horas de máxi­mo calor.

2) Tam­po­co es reco­men­da­ble salir a hacer depor­te cuan­do las tem­pe­ra­tu­ras son altas. Y si se hace, que sea con poca inten­si­dad y en zonas som­brea­das.

3) Si se sale a la calle con­vie­ne poner­se una gorra o un som­bre­ro, ade­más de cre­ma solar en bra­zos y ros­tro con un fac­tor de pro­tec­ción ele­va­do.

 

4) Debe beber­se agua de for­ma regu­lar y evi­tar las bebi­das alcohó­li­cas, ya que favo­re­cen la des­hi­dra­ta­ción. No hay que abu­sar de la cafeí­na y los refres­cos.

5) Hay que evi­tar las comi­lo­nas. La ali­men­ta­ción debe ser lige­ra en la medi­da de lo posi­ble, prio­ri­zan­do la fru­ta y las sopas frías, como el gaz­pa­cho.

 

6) En casa, baje las per­sia­nas cuan­to el sol pegue de pleno. Y estos días no dude en poner el ven­ti­la­dor o el aire acon­di­cio­na­do a cual­quier hora.

7) Si va a coger el coche, conec­te el aire acon­di­cio­na­do y, si no hay, baje las ven­ta­ni­llas. No deje a nadie espe­ran­do den­tro con las puer­tas cerra­das.

 

8) En luga­res públi­cos cerra­dos debe man­te­ner­se la mas­ca­ri­lla, aun­que resul­te moles­ta; el coro­na­vi­rus sigue estan­do acti­vo y podría con­ta­giar­se.

9) Ante cual­quier sín­to­ma extra­ño o indis­po­si­ción como con­se­cuen­cia del calor no dude en lla­mar al 112. Un gol­pe de calor pue­de resul­tar fatal.

10) Pro­cu­re guar­dar los ali­men­tos refri­ge­ra­dos en todo momen­to. Y los medi­ca­men­tos del boti­quín en un sitio fres­co; el exce­so de calor pue­de dañar algu­nos fár­ma­cos.

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