por Rafa Marí


6 de mayo de 2022.

Espa­ña se ha lle­na­do de espías. Los inde­pen­den­tis­tas cata­la­nes, espia­dos. El Gobierno espa­ñol, espia­do. Mar­ta Ries­co, Rocío Carras­co, Isa­bel Pan­to­ja, Lydia Lozano, Belén Este­ban y Jor­ge Javier Váz­quez, espia­dos (pre­sun­ta­men­te). Todo el asun­to tie­ne más apa­rien­cia de his­to­rie­ta del TBO que de dra­ma. Mejor así. Es pre­fe­ri­ble reir que tem­blar.

El auge del espio­na­je his­pano –espio­na­je o lo que sea– me ha ani­ma­do a ela­bo­rar estos últi­mos días una lis­ta con mis 10 pelí­cu­las favo­ri­tas en el géne­ro de espías. Las cito por orden cro­no­ló­gi­co.

El hom­bre atra­pa­do (Fritz Lang, 1941). Un caza­dor inglés, de vaca­cio­nes en Bavie­ra, des­de lo alto de una coli­na divi­sa la resi­den­cia de verano de Hitler, al que tie­ne a tiro, por desig­nios del azar: ¿dis­pa­ra o no dis­pa­ra? Es magis­tral el ciclo anti-nazi de Lang.
Los ver­du­gos tam­bién mue­ren (Fritz Lang, 1943). Hey­drich, jefe del Gobierno nazi en Pra­ga, mue­re víc­ti­ma de un aten­ta­do. El doc­tor Franz Svo­bo­da, miem­bro de la Resis­ten­cia y autor mate­rial de dicho aten­ta­do, se refu­gia en casa del pro­fe­sor Novotny. 

Enca­de­na­dos (Alfred Hitch­cock, 1946). Una de las obras maes­tras del gran Hitch. Sober­bias inter­pre­ta­cio­nes de Ingrid Berg­man, Cary Grant (nadie ha expre­sa­do mejor el duro sen­ti­mien­to de los celos), Clau­de Rains y Leo­pol­di­ne Kons­tan­tin.

La ven­ta­na indis­cre­ta (Alfred Hitch­cock, 1954). El espio­na­je a los veci­nos. Mor­bo, humor… y peli­gro. Una pelí­cu­la que entu­sias­mó a Truf­faut y Godard. La cáma­ra no sale de un peque­ño apar­ta­men­to. A Hitch le fas­ci­na­ban los retos de aco­ta­mien­to espa­cial (Náu­fra­gos, 1944; La soga, 1948; Cri­men per­fec­to, 1954…).
El hom­bre que sabía dema­sia­do (Alfred Hitch­cock, 1956). Mag­ní­fi­co rema­ke USA de una his­to­ria que Hitch ya había roda­do en Ingla­te­rra el año 1934. “Aque­lla pri­me­ra ver­sión fue la de un afi­cio­na­do, esta segun­da ver­sión es la de un pro­fe­sio­nal”, dijo Hitch. Tenía razón, como casi siem­pre.

Con la muer­te en los talo­nes (Alfred Hitch­cock, 1959). His­to­ria deli­ran­te e inve­ro­sí­mil has­ta decir bas­ta. Me da igual. Es la pelí­cu­la que más veces he vis­to (unas diez), jun­to con Bien­ve­ni­do, mis­ter Marshall (Ber­lan­ga, 1953) y Con fal­das y a lo loco (Billy Wil­der, 1959).
Cor­ti­na ras­ga­da (Alfred Hitch­cock, 1968). Estu­pen­do fil­me de espías que ape­nas cuen­ta con apo­yos crí­ti­cos. El mío lo tie­ne, aun­que con­si­de­ro un error garra­fal la elec­ción de Paul New­man y Julie Andrews como pro­ta­go­nis­tas. No es que lo hagan mal, es que no te los crees encar­nan­do res­pec­ti­va­men­te a un cien­tí­fi­co nor­te­ame­ri­cano y a su novia y secre­ta­ria. 


Munich (Ste­ven Spiel­berg, 2005). Una de las mejo­res pelí­cu­las del siem­pre intere­san­te pero no siem­pre ins­pi­ra­do Spiel­berg. He vis­to tres veces Munich y cada vez me gus­ta más. 


La vida de los otros (Flo­rian Henc­kel von Don­ners­marck, 2006). El espio­na­je de la Sta­si en la Repú­bli­ca Demo­crá­ti­ca Ale­ma­na. Lo de “demo­crá­ti­ca” era para des­pis­tar un poco. Un fil­me estre­me­ce­dor, no muy bien acep­ta­do por la izquier­da. 


El puen­te de los espías (Ste­ven Spiel­berg, 2015). Años 50. Un abo­ga­do neo­yor­quino se ve invo­lu­cra­do en los ester­co­le­ros de la Gue­rra Fría cuan­do se encar­ga de defen­der a Rudolf Abel, dete­ni­do en los Esta­dos Uni­dos y acu­sa­do de espiar para los rusos. De vez en cuan­do, Spiel­berg da lo mejor de sí.


DESDE EL SILLÓN DE MI CASA… EN MISLATA

«Que la vida iba en serio / uno lo empie­za a com­pren­der más tar­de”
Jai­me Gil de Bied­ma

DESDE EL SILLÓN DE MI CASA… EN MISLATA (antes lla­ma­da DIARIO DE UN CINÉFILO), es una sec­ción dedi­ca­da al mun­do de las Series de TV, a todos sus aspec­tos ciné­fi­los pero tam­bién a sus deri­va­cio­nes socio­ló­gi­cas y rela­ti­vas a la vida coti­dia­na de las per­so­nas. La cons­truc­ción de roles, las rela­cio­nes fami­lia­res, la actua­li­dad, la come­dia y el dra­ma, la épi­ca his­tó­ri­ca, dra­go­nes y maz­mo­rras… Todo cabe en el mun­do de las series, y cual­quier pers­pec­ti­va del mun­do pue­de ser vis­ta des­de la ópti­ca de un ciné­fi­lo, de un serió­fi­lo inte­li­gen­te y pers­pi­caz. La sec­ción está per­so­na­li­za­da en Rafa Marí, uno de los últi­mos gran­des ciné­fi­los espa­ño­les. La perio­di­ci­dad es alea­to­ria, y la lon­gi­tud de cada entra­da, tam­bién. Pue­de ser tan­to muy cor­ta: un afo­ris­mo, como un exten­so mini­en­sa­yo, o entre­vis­ta, o diá­lo­go inte­rior.

Pese a ser un perio­dis­ta tar­dío, Rafa Marí (Valen­cia, 1945) ha teni­do tiem­po para tra­ba­jar en muchos medios de comu­ni­ca­ción: Car­te­le­ra Turia, Cal Dir, Valen­cia Sema­nal, car­te­le­ra Qué y Don­de, Noti­cias al día, Papers de la Con­se­lle­ria de Cul­tu­ra, Leva­n­­te-EMV, El Hype… Siem­pre en las pági­nas de cul­tu­ra. En 1984 fichó por Las Pro­vin­cias, dia­rio don­de actual­men­te es colum­nis­ta y crí­ti­co de arte.

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