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Probablemente el ilustrador más odiado por Trump, Edel Rodríguez, presenta en el Centre del Carme Cultura Contemporània de Valencia más de un centenar de ilustraciones del expresidente de EE. UU. que han pasado a la historia.

El Cen­tre del Car­me Cul­tu­ra Con­tem­po­rà­nia (CCCC) reúne por pri­me­ra vez en un museo las ilus­tra­cio­nes más crí­ti­cas con el expre­si­den­te de EE. UU., Donald Trump, del ilus­tra­dor cubano Edel Rodrí­guez. El CCCC se con­vier­te así en el pri­mer museo del mun­do en mos­trar más de un cen­te­nar de las cari­ca­tu­ras de Trump rea­li­za­das por Edel Rodrí­guez reco­no­cién­do­las como obras de arte.

 

Más de un cen­te­nar de las cari­ca­tu­ras de Trump rea­li­za­das por Edel Rodrí­guez en el CCCC.

Direc­tor de arte de la revis­ta “Time”, suyas son algu­nas de las por­ta­das inter­na­cio­na­les más impac­tan­tes de los últi­mos años, como las icó­ni­cas imá­ge­nes de un Donald Trump sos­te­nien­do la cabe­za recién deca­pi­ta­da de la Esta­tua de la Liber­tad, en la revis­ta ale­ma­na “Der Spie­gel”, solo unas sema­nas des­pués de pro­cla­mar­se pre­si­den­te de EE. UU., “Ame­ri­ca first” lle­va­ba por títu­lo; un Trump a pun­to de devo­rar la Tie­rra, o el ros­tro del expre­si­den­te derri­tién­do­se, en otra míti­ca por­ta­da de “Time”, meses antes de su elec­ción, duran­te la cam­pa­ña elec­to­ral.

La expo­si­ción “Edel Rodrí­guez. Agen­te naran­ja”, que se pue­de ver en la Sala Zero del CCCC has­ta el 12 de sep­tiem­bre, ha sido pre­sen­ta­da esta maña­na por el direc­tor del CCCC, José Luis Pérez Pont, acom­pa­ña­do por el comi­sa­rio de la mues­tra, el codi­rec­tor del Fes­ti­val Docs­Va­lèn­cia, Nacho Nava­rro, y el artis­ta, Edel Rodrí­guez, que ha inter­ve­ni­do por video­con­fe­ren­cia.

La mues­tra, pro­du­ci­da por el Con­sor­ci de Museus con la cola­bo­ra­ción del Fes­ti­val Docs­Va­lèn­cia, tie­ne su ori­gen en la inves­ti­ga­ción rea­li­za­da por Nacho Nava­rro para su docu­men­tal en torno a la figu­ra de Vicent Miguel Car­ce­ller, el edi­tor de la revis­ta ‘La Tra­ca’, fusi­la­do duran­te el fran­quis­mo, uno de los mayo­res actos de repre­sión con­tra la liber­tad de expre­sión en Espa­ña.

Nacho Nava­rro ha expli­ca­do que “esta­ba orga­ni­zan­do el docu­men­tal ‘Car­ce­ller, el hom­bre que murió dos veces’ y los pre­pa­ra­ti­vos para via­jar a Esta­dos Uni­dos en bus­ca de res­pues­tas que nos per­mi­tie­ran ver con pers­pec­ti­va los lazos que unen el pasa­do y el pre­sen­te; ana­li­zar cómo des­de que el edi­tor de “La Tra­ca” fue­ra fusi­la­do en el pare­dón de Pater­na has­ta nues­tros días, el ata­que con­tra la pren­sa y, en espe­cial, con­tra los ilus­tra­do­res son una cons­tan­te”.

 

Sática, crítica y humor, en el ADN de una sociedad libre

Según Pérez Pont, “la sáti­ra, la crí­ti­ca y el humor están en el ADN de una socie­dad libre. La expo­si­ción de Edel Rodrí­guez abre des­de el CCCC una bre­cha en la con­cien­cia colec­ti­va acer­ca de la liber­tad de expre­sión y de crea­ción.

 

El CCCC se eri­ge como un vehícu­lo trans­mi­sor del pen­sa­mien­to y de la cul­tu­ra crí­ti­ca, a tra­vés de la ilus­tra­ción, gra­cias al tra­ba­jo de Edel Rodrí­guez, una obra espec­ta­cu­lar no solo des­de el pun­to de vis­ta esté­ti­co sino por la for­ma tan cla­ra y direc­ta de su men­sa­je”.

 

Sobre Edel Rodríguez

Edel Rodrí­guez (El Gabriel, Cuba, 1971), el “ilus­tra­dor en jefe de los Esta­dos Uni­dos”, lle­gó a su país de adop­ción el 1 de mayo de 1980, a bor­do del “Natu­re Boy”, como uno más entre los miles de “marie­li­tos” que el cas­tris­mo expul­só de la isla. Una expe­rien­cia que ha mar­ca­do su mane­ra de ser y estar en el mun­do.

“En este país nadie debe­ría tener que estar calla­do o no hablar. Eso es lo que era el sue­ño ame­ri­cano para mí”. Con esta máxi­ma, Rodrí­guez se ha eri­gi­do en uno de los ilus­tra­do­res más influ­yen­tes del mun­do des­de “Der Spie­gel” o “Time”.
La liber­tad des­de la que enca­ra su obra ha sido un revul­si­vo para el arte grá­fi­co inter­na­cio­nal al crear una ima­gi­ne­ría explí­ci­ta­men­te polí­ti­ca. Pero ha ido más allá. Ha esta­ble­ci­do una rela­ción per­so­nal con el públi­co al per­mi­tir el uso de sus imá­ge­nes para movi­li­za­cio­nes socia­les.

Duran­te la pre­sen­ta­ción de la mues­tra el artis­ta ha seña­la­do que “para mí es un honor tener esta expo­si­ción en Espa­ña. Mi fami­lia pro­ce­de ori­gi­nal­men­te de allí y siem­pre recuer­do a mis abue­los y abue­las cuan­do estoy de visi­ta en Espa­ña. Sus cos­tum­bres, comi­das, fra­ses y for­ma de ser eran muy espa­ño­las y creo que ellos esta­rían muy orgu­llo­sos en este momen­to”.

Ha aña­di­do que “me encan­ta tener esta expo­si­ción en el CCCC, un cen­tro de cul­tu­ra, por­que las revis­tas y los car­te­les son cul­tu­ra, son del públi­co. Son las for­mas más direc­tas de comu­ni­car con el públi­co”.
Para el artis­ta ha lle­ga­do el momen­to tam­bién de poder expo­ner estas obras en los Esta­dos Uni­dos, don­de le gus­ta­ría ver­las “en un espa­cio como el Smith­so­nian en Washing­ton D. C., un lugar que mar­ca la his­to­ria y la cul­tu­ra de los Esta­dos Uni­dos”.

Edel Rodrí­guez lle­va más de 20 años agi­tan­do la socie­dad esta­dou­ni­den­se y la polí­ti­ca mun­dial con unas por­ta­das ante las que es impo­si­ble no sen­tir la sin­ce­ri­dad y la cohe­ren­cia con las que abor­da su tra­ba­jo. “Para mí el úni­co com­pro­mi­so que tie­ne un artis­ta para poder lla­mar­se artis­ta es tra­ba­jar y crear”.

La expo­si­ción “Edel Rodrí­guez. Agen­te naran­ja” reúne 124 obras en dife­ren­tes for­ma­tos dedi­ca­das en exclu­si­va a sus ilus­tra­cio­nes sobre Donald Trump.

Nacho Nava­rro ha des­ta­ca­do el tra­ba­jo desa­rro­lla­do por el direc­tor artís­ti­co de la expo­si­ción, Jero Bono, “que ha plas­ma­do las ilus­tra­cio­nes que esta­mos acos­tum­bra­dos a ver en papel en escul­tu­ras”.

Ocho silue­tas cor­pó­reas rea­li­za­das a tama­ño real del pro­ta­go­nis­ta de la expo­si­ción, Donald Trump, rodean el claus­tro góti­co del CCCC, trans­for­man­do, la figu­ra de Trump, la arqui­tec­tu­ra del cen­tro de arte, como ante­sa­la a la expo­si­ción.
A la entra­da de la sala una silue­ta en relie­ve de Joe Biden se encuen­tra recom­po­nien­do la cabe­za de la Esta­tua de la Liber­tad con la luz de la antor­cha encen­di­da, “ilus­tra­ción de las más polé­mi­cas que ha crea­do el artis­ta”, ha expli­ca­do Nacho Nava­rro.

En las pare­des de la expo­si­ción, a modo de “Street art” o arte calle­je­ro, se mues­tran dife­ren­tes pós­te­res, así como una selec­ción de ilus­tra­cio­nes y cari­ca­tu­ras de Donald Trump y las prin­ci­pa­les y más con­tro­ver­ti­das por­ta­das de las revis­tas inter­na­cio­na­les ‘Time’ y ‘Der Spie­gel’; jun­to a ellas, un tsu­na­mi de 4 metros de altu­ra está engu­llen­do los espa­cios más icó­ni­cos de Washing­ton.

Otra silue­ta de gran for­ma­to, que pare­ce estar en lla­mas, pre­si­de la sala. Se tra­ta de la ilus­tra­ción “Year one”, que se publi­có en la revis­ta “Time” con la cabe­za de Trump en lla­mas, a raíz de su pri­mer año de man­da­to.

Com­ple­ta la expo­si­ción una caja negra a modo de sala de cine don­de se pro­yec­ta una pie­za audio­vi­sual, en dos par­tes: una bio­gra­fía ani­ma­da con dife­ren­tes epi­so­dios de la vida y obra del artis­ta, y un ade­lan­to, al esti­lo “making off”, de su inter­ven­ción en el docu­men­tal “Car­ce­ller, el hom­bre que murió dos veces”.

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