Si algo define a las Fallas es que el que la población ocupa la calle, el espacio público como no se hace el resto del año. “Se trata de la fiesta más “Voyeur” que conocemos. Todos nos miran y miramos a todos y todo. A las falleras y falleros, a las Fallas, a los caminantes, a los castillos de fuegos artificiales, a los ninots (algunos de carne y hueso). Hay color y calor humano”.

Railowsky, a través de parte del archivo del gran fotógrafo valenciano José Miguel de Miguel, del que es depositaria la Fundación Railowsky, quiere alegrar un poco el cotarro a través de una treintena de fotografías realizadas en los años 70 y 80 del pasado siglo que recogen el ambiente fallero.
Por ello, inaugura esta exposición que podrá disfrutarse del 16 de marzo al 30 de abril en la Librería Railowsky de la calle Grabador Esteve, 34, de Valencia.
El maestro valenciano de la fotografía nos relata su mirada sobre la Ofrenda, la Nit del Foc, La exposición del Ninot, las mascletás, el montaje de las Fallas, el ambiente en las calles, la actividad en los talleres falleros, y curiosas fotografías del montaje de la famosa Falla de la Plaza del ayuntamiento que reproducía a tamaño real la famosa Estatua de la Libertad de Nueva York, todo un símbolo del deseo de libertad del pueblo valenciano para poder volver a la fiesta, a los apretujones, a la risa sana cuando pase todo este tiempo de pandemia.
Sobre el fotógrafo José Miguel de Miguel
José Miguel de Miguel Ruiz nació el 9 de junio de 1916 en Cartagena, Murcia (España) y falleció en Valencia en 1988. Su comienzo en la fotografía se produce oficialmente en 1958, en el Foto Club Valencia. como era preceptivo fue presentado por dos socios, se le otorgó el número de socio 313 y la fecha de alta es el 24 de julio de 1958.
Poseía una cámara fotográfica, una Vito B de Voigtlánder, según comentarios de José Miguel «una cámara barata de paso universal, de óptica fija que incluso carecía de telémetro».
En esta entidad aprende escudriñando en su biblioteca y escuchando a los fotógrafos más experimentados. Entre estos se encontraban Francisco Camps Dasí, Rafael Montesinos Palau, José Segura Gavilá, Pascual Nácher, J. Antonio Cuesta y Valentín Plá, entre otros.
Sus inicios
Pronto se inicia en el proceso fotográfico completo, desde el revelado de negativos, sus propias formulas de revelado y el procesado, retoque y montado de las copias.
Luego probó el formato 6 x 6 pero optó, finalmente, por las cámaras de 35 m.m., siguiendo la moda de la época para desarrollar el denominado estilo documental.
Uno de los únicos recursos de finales de los 50 era el mundo de los concursos, donde se empiezan a valorar esas nuevas imágenes en las que se reflejan los momentos cotidianos de la vida de España frente a las fotografías utilizadas como propaganda por el régimen franquista.
A los seis meses de su inscripción en el Foto Club obtiene el décimo premio en el Salón Nacional que organiza la entidad.
Al mes, obtiene el cuarto premio en el concurso entre sociedades fotográficas asistentes al “Aplec” de Tortosa. Estas reuniones eran potenciadas por las activas sociedades catalanas pero contaban con el apoyo de otras sociedades como el Foto Club Valencia o la Real Sociedad Fotográfica de Madrid.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]Comparte esta publicación
Suscríbete a nuestro boletín
Recibe toda la actualidad en cultura y ocio, de la ciudad de Valencia