La agencia de la ONU para la salud pide a la gente que no esté complacida porque se estén desplegando las vacunas y le ruega que cumpla las normas de higiene básicas para evitar la transmisión del virus y salvar así muchas vidas.

La OMS aler­ta del momen­to “peli­gro­so” ante la trans­mi­sión y mayor expan­sión aún del Covid-19 en el que nos encon­tra­mos. Denun­cia, ade­más, que la carre­ra de los paí­ses por obte­ner la vacu­na está enca­re­cien­do su pre­cio y dejan­do a las nacio­nes pobres sin posi­bi­li­dad de vacu­na­ción, lo que abre el camino al virus para su muta­ción y pone en peli­gro toda la estra­te­gia con­tra la pan­de­mia.

La vacu­na con­tra el COVID-19 que desa­rro­lla la Uni­ver­si­dad de Oxford ha sido apro­ba­da para su uso en el Rei­no Uni­do. Foto: Uni­ver­si­dad de Oxford/John Cairns

“Nos encon­tra­mos en un momen­to muy peli­gro­so de la pan­de­mia de COVID-19 y la gen­te no pue­de estar com­pla­ci­da por el hecho de que se estén des­ple­gan­do las vacu­nas”, afir­ma el direc­tor gene­ral de la Orga­ni­za­ción Mun­dial de la Salud, el doc­tor Tedros Adha­non Ghe­bre­ye­sus, quien se refe­ría así al espec­ta­cu­lar aumen­to de casos y de muer­tes que se está pro­du­cien­do en todo el mun­do en las últi­mas sema­nas y que atri­bu­yó en pri­mer lugar a los com­por­ta­mien­tos indi­vi­dua­les y al hecho de que en las últi­mas sema­nas las socie­da­des de muchos paí­ses no están cum­plien­do con las reco­men­da­cio­nes que las auto­ri­da­des sani­ta­rias están dan­do.

“El virus se ha apro­ve­cha­do de esto y se está pro­pa­gan­do a un rit­mo alar­man­te en algu­nos paí­ses”, ase­gu­ró Tedros, quien insis­tió has­ta la sacie­dad en que “las per­so­nas nece­si­tan ser cons­cien­tes de que pue­den dete­ner per­so­nal­men­te el virus y nece­si­tan ser cons­cien­tes que el virus pue­de dete­ner­las a ellas”.

Hasta tres cuartas partes de la población mundial podría contraer la enfermedad del Covid-19

El uso de mas­ca­ri­llas es uno de las herra­mien­tas más efi­ca­ces para sal­var vidas y dete­ner la trans­mi­sión del COVID-19. En la ima­gen, una tra­ba­ja­dor de salud des­plie­ga mas­ca­ri­llas entre­ga­das por el Pro­gra­ma de las Nacio­nes Uni­das para el Desa­rro­llo en India. Foto: PNUd/Pelevizo Meya­se

“Nin­guno de noso­tros es excep­cio­nal y cuan­to más poda­mos rom­per las cade­nas de trans­mi­sión y dete­ner el virus noso­tros mis­mos, más evi­ta­re­mos casos gra­ves y muer­tes trá­gi­cas”, afir­mó.

La vas­ta mayo­ría de la pobla­ción de este pla­ne­ta con­ti­núa sus­cep­ti­ble de ser con­ta­gia­da, expli­có Ryan que aña­dió que, aun­que no exis­ten unas esta­dís­ti­cas fia­bles, la cifra de per­so­nas que aún pue­den con­traer el virus podría ser has­ta de “tres cuar­tas par­tes de la pobla­ción” mun­dial.

Necesitamos ganar tiempo para salvar vidas

“Por lo tan­to ‑añadió‑, este incen­dio del virus va a con­ti­nuar ardien­do has­ta que extin­ga­mos el fue­go. Pode­mos apa­gar­lo. Nece­si­ta­mos apla­car el calor de las lla­mas. Pode­mos hacer­lo aho­ra mis­mo apli­can­do medi­das indi­vi­dua­les, medi­das colec­ti­vas y medi­das guber­na­men­ta­les. Tene­mos las herra­mien­tas. Las vacu­nas pro­vee­rán una gran opor­tu­ni­dad de sal­var vidas y a la lar­ga de aca­bar con la trans­mi­sión. Pero ese día no ha lle­ga­do toda­vía y nece­si­ta­mos ganar tiem­po. Ganar tiem­po y sal­var vidas has­ta que ello ocu­rra”.

Los ensa­yos de una vacu­na con­tra el coro­na­vi­rus se encuen­tran en una fase avan­za­da en el Ins­ti­tu­to Jen­ner de la Uni­ver­si­dad de Oxford. Uni­ver­si­dad de Oxford/John Cairns

Entre las herra­mien­tas que los indi­vi­duos tene­mos para parar la pan­de­mia, la doc­to­ra Van Kerkho­ve des­ta­có las del dis­tan­cia­mien­to físi­co, el uso de la mas­ca­ri­lla, el no par­ti­ci­par en actos socia­les y el ais­la­mien­to cada vez que alguien ten­ga la sos­pe­cha o la con­fir­ma­ción de que tie­ne el virus.

El doc­tor Bru­ce Ayl­ward coin­ci­dió con su cole­ga Ryan al expli­car que las vacu­nas tie­nen en este momen­to como prin­ci­pal fun­ción la de “sal­var vidas, las de las per­so­nas mayo­res y las de los que están en el fren­te de la lucha con­tra la pan­de­mia, el per­so­nal sani­ta­rio, pero de momen­to no la de parar la pan­de­mia. No se verá nin­gún resul­ta­do en ese sen­ti­do has­ta que pasen al menos seis meses”.

Ante esa posi­bi­li­dad, Ryan indi­có que “no pode­mos dejar­lo todo a las vacu­nas por­que para enton­ces se habrán pro­du­ci­do dema­sia­das muer­tes y dema­sia­da gen­te habrá sufri­do por la enfer­me­dad”.

No politizar la vacuna

Las vacu­nas desa­rro­lla­das en la Uni­ver­si­dad de Oxford. Uni­ver­si­dad de Oxford/John Cairns

A este res­pec­to, Ryan comen­tó: “No que­re­mos ver la pers­pec­ti­va de que gran­des pro­por­cio­nes de la pobla­ción han sido vacu­na­das en unos paí­ses y nadie en otros. La gen­te que tie­ne más pro­ba­bi­li­dad de morir por esta infec­ción no es todo el mun­do en todos los paí­ses, sino los gru­pos que están en ries­go, por su edad y las per­so­nas vul­ne­ra­bles que pue­den enfer­mar gra­ve­men­te y los tra­ba­ja­do­res de la salud que están expues­tos a este virus”.

Final­men­te, con­clu­yó: “Hemos pedi­do en muchas oca­sio­nes no poli­ti­zar la pan­de­mia, no poli­ti­ce­mos aho­ra la vacu­na”.

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