Mariví Calvo y Sandro Tothill fundaron Luzifer Lamps hace más de veinte años con la idea de trasladar su visión de diseño a un producto concreto: las lámparas. En 2020 su estrategia empresarial –centrada en el diseño, la creatividad y la sostenibilidad medioambiental– y la altísima calidad de sus productos han llevado a la firma a ser galardonada con el Premio Nacional de Diseño en la modalidad «Empresas».

Mari­ví Cal­vo y San­dro Tothill fun­da­ron Luzi­fer Lamps hace más de vein­te años.

Pre­mio Nacio­nal de Dise­ño 2020, ¿qué supo­ne para uste­des este reco­no­ci­mien­to?

Es un gran reco­no­ci­mien­to al tra­ba­jo de todo un equi­po. Hemos esta­do pelean­do por crear una filo­so­fía de empre­sa fami­liar que impli­ca­ba enca­jar los cons­tan­tes cam­bios nece­sa­rios para hacer que el pro­duc­to sobre­sa­lie­ra sin per­der la pers­pec­ti­va y sin olvi­dar nues­tros valo­res en un mer­ca­do muy com­pe­ti­ti­vo. Para noso­tros ha supues­to un res­pal­do enor­me; la idea de que nues­tra for­ma de tra­ba­jo sea reco­no­ci­da con este pre­mio sig­ni­fi­ca mucho. Ha sido un lar­go camino que no ha sido fácil, pero con el que siem­pre hemos dis­fru­ta­do. Tras 25 años de tra­yec­to­ria y más de 35 pre­mios nacio­na­les e inter­na­cio­na­les del sec­tor del dise­ño, LZF con­ser­va el espí­ri­tu con el que nació en 1994. El pre­mio no podía lle­gar en mejor momen­to.

¿Cómo va a afec­tar al futu­ro de su empre­sa?

Espe­ra­mos que hacien­do más visi­ble esta for­ma de tra­ba­jo que impli­ca no solo hacer un pro­duc­to, sino que tam­bién supo­ne inte­grar a arte­sa­nos en el pro­ce­so de crea­ción y pro­duc­ción, poten­ciar­lo apli­cán­do­le las nue­vas tec­no­lo­gías que las con­vier­ten en obje­tos con­tem­po­rá­neos en una nue­va visión del dise­ño. En con­clu­sión, en poten­ciar una inves­ti­ga­ción que se preo­cu­pe, en la medi­da de lo posi­ble, en per­se­guir un pro­duc­to más com­pro­me­ti­do con nues­tra pro­pia cul­tu­ra –pasa­da y futu­ra–, con las per­so­nas y con el medio ambien­te.

Algu­nas de las crea­cio­nes de Luci­fer Lamps.

Sus dise­ños nacie­ron en un peque­ño taller en la ciu­dad del Turia. ¿Cómo fue el ini­cio de este reco­rri­do?

Fue una con­jun­ción de casua­li­da­des. Mien­tras hacía­mos el dise­ño del inte­rior de nues­tra casa, tenía­mos una serie de mues­tras de cha­pa de made­ra sobre la mesa de luz de mi estu­dio, se hizo de noche y la encen­di­mos. La trans­pa­ren­cia de la cha­pa de made­ra nos cau­ti­vó de inme­dia­to y nos pro­pu­si­mos hacer las lám­pa­ras para nues­tra pro­pia casa. Esto dio paso a una idea que ense­gui­da tomó for­ma. En aquel momen­to San­dro se dedi­ca­ba a la músi­ca y yo al gra­ba­do y la pin­tu­ra. No pre­ten­día­mos fun­dar una empre­sa, sino que el ori­gen, el obje­ti­vo, fue mon­tar una expo­si­ción a la que lla­ma­mos Luzi­fer y mi estu­dio se con­vir­tió en un lugar en el que nos reu­nía­mos artis­tas, dise­ña­do­res grá­fi­cos y arte­sa­nos para crear “arte­fac­tos”, jugar con la luz y la made­ra de for­ma abso­lu­ta­men­te libre. Y el éxi­to de la expo­si­ción nos incli­nó a seguir con el pro­yec­to, a adap­tar el estu­dio y empe­zar a tomar­lo bajo otra pers­pec­ti­va. Los pri­me­ros años fue­ron caó­ti­cos, inten­sos, dife­ren­tes, muy acti­vos. Nues­tra pasión pro­vo­có un efec­to domi­nó, una cosa nos lle­vó a la siguien­te. Crear arte­fac­tos, crear una ima­gen que expli­ca­ra nues­tra for­ma de hacer, crear una base infor­má­ti­ca para poder entre­la­zar pro­ce­sos, la admi­nis­tra­ción, las ven­tas y la comu­ni­ca­ción… Todo un pano­ra­ma des­co­no­ci­do para noso­tros, pero al que nos lan­za­mos apo­ya­dos por pro­fe­sio­na­les en las dife­ren­tes áreas.

Podría­mos defi­nir su empre­sa como un cóc­tel en el que se mez­cla arte, músi­ca, etc., ¿dón­de encuen­tran mayor ins­pi­ra­ción?

Siem­pre depen­de del con­cep­to que que­re­mos lan­zar al año siguien­te. La sor­pre­sa está ser­vi­da. Recuer­do con espe­cial cari­ño cuan­do el artis­ta Isi­dro Ferrer, al que res­pe­tá­ba­mos enor­me­men­te y al que había­mos pro­pues­to que sen­ci­lla­men­te plan­tea­ra lo que mejor le pare­cie­ra, lle­gó con 17 escul­tu­ras con las que no sabía­mos muy bien qué hacer. Pero la sor­pre­sa fue hacia dón­de nos lle­vó. Ni más ni menos que a la rea­li­za­ción de gran­des escul­tu­ras de luz rea­li­za­das con vare­ta, jun­to al Maes­tro Car­pin­te­ro Mano­lo Gar­cía, que el año pasa­do reali­zó la Falla del Ayun­ta­mien­to de Valen­cia. Él reco­ge la tra­di­ción de rea­li­zar sus enor­mes escul­tu­ras en vare­ta y esta for­ma de hacer cada vez está más arrin­co­na­da y sus­ti­tui­da por un mate­rial abso­lu­ta­men­te inapro­pia­do por tóxi­co como es el poli­es­pán. Era una for­ma de apren­der y dis­fru­tar de una cola­bo­ra­ción que se ha con­ver­ti­do en habi­tual y esen­cial para noso­tros. Tam­bién recuer­do con pasión lo que supu­so tra­ba­jar en la rea­li­za­ción del KOI, la ante­rior gran escul­tu­ra de luz que rea­li­za­mos. Supu­so un tra­ba­jo de cin­co años en la que inter­vino la gran maes­tría de Ino­cuo The Sing, que reali­zó un cor­to en Motion Graphics con el que logra­mos un estu­dio en 3D sobre la for­ma de cons­truir un pez vola­dor y lleno de luz con el que siem­pre había soña­do. La músi­ca nos acom­pa­ña siem­pre y fue un autén­ti­co pla­cer cola­bo­rar con el músi­co cali­for­niano Etien­ne Stehe­lin, con el que mon­ta­mos un gran espec­tácu­lo en Mya. Nues­tras lám­pa­ras esta­ban conec­ta­das al tecla­do y jun­to con la músi­ca crea­ban el espec­tácu­lo y la cam­pa­ña grá­fi­ca de aquel año, rea­li­za­da por Emi­lio Lekuo­na. Esta cola­bo­ra­ción nos valió un Red Dot (Ber­lín) y un Design+ (Chica­go) en comu­ni­ca­ción. Se tra­ta­ba de por­ta­das de dis­cos que con­te­nían un pós­ter con nues­tra colec­ción de lám­pa­ras y un tema por cada una de nues­tras nove­da­des com­pues­to para LZF por Etien­ne. Por otra par­te, la cola­bo­ra­ción con el escri­tor Car­los Gras­sa Toro fue tam­bién toda una sor­pre­sa. Redac­tó tres cuen­tos narra­dos por una mujer que con­tem­pla­ba des­de su ven­ta­na la vida de otras muje­res y rea­li­za­ba su pro­pio rela­to. Ambien­ta­da en los años 50 se ins­pi­ra­ba en los cua­dros de Hop­per y la pelí­cu­la de Hitch­cock La ven­ta­na indis­cre­ta. Esta cam­pa­ña fue nue­va­men­te pre­mia­da con un Red Dot (Ber­lín) y un Design+ (Chica­go) en comu­ni­ca­ción e impri­mi­mos un libro con las tres his­to­rias en las que nues­tras lám­pa­ras esta­ban inte­gra­das en las esce­no­gra­fías. La cola­bo­ra­ción con Mayi­ce, Mar­ta e Ima­nol, arqui­tec­tos ambos y diseñadores/artistas de una serie de obje­tos muy per­so­na­les y de altí­si­ma cali­dad ha sido nues­tra últi­ma apues­ta. Con ellos des­cu­bri­mos el vidrio y su gene­ro­sí­si­ma par­ti­ci­pa­ción nos apor­tó su deli­ca­de­za y gran cono­ci­mien­to de los mate­ria­les, unien­do a nues­tro equi­po a otro genial maes­tro arte­sano, Eduard Garu­ti, con una téc­ni­ca de sopla­do úni­ca que nos lle­vó al fue­go y al mun­do increí­ble de las refrac­cio­nes de luz. Nues­tra con­ti­nua bús­que­da de artis­tas, dise­ña­do­res, téc­ni­cos y maes­tros arte­sa­nos con los que cola­bo­ra­mos nos valió en el 2011 el pre­mio Nacio­nal de Arte­sa­nía.

La lám­pa­ra del pez de Luci­fer Lamps en el res­tau­ran­te Iza­ka­ya.

La expor­ta­ción es uno de los pun­tos fuer­tes de la fir­ma, ¿dón­de encuen­tran un mer­ca­do con mayo­res opor­tu­ni­da­des?

Sin duda, el mer­ca­do ame­ri­cano ha sido gene­ro­so y abier­to a este tipo de dis­cur­so de empre­sa des­de el prin­ci­pio y ello nos per­mi­tió crear una nue­va empre­sa en Mia­mi: Import&Ent, que nos per­mi­te una entre­ga mucho más rápi­da y efi­cien­te.

“Los arte­sa­nos fue­ron los “dise­ña­do­res” de los obje­tos de nues­tra vida coti­dia­na anta­ño y tie­nen muchas cosas que ense­ñar­nos”.

¿Cuá­les con­si­de­ran que son los pró­xi­mos retos a los que van a tener que hacer fren­te para con­ti­nuar con la inter­na­cio­na­li­za­ción de su empre­sa?

La cons­tan­te inno­va­ción y reno­va­ción. Cada vez más, la inter­na­cio­na­li­za­ción supo­ne aso­ciar­se con gran­des gru­pos que pue­dan hacer fren­te a una deman­da que exi­ge una gran cali­dad y una gran efi­cien­cia a la hora de aten­der las nece­si­da­des de un mer­ca­do cam­bian­te, que exi­ge gran­des inver­sio­nes en mejo­ras de la pro­duc­ción y en las nue­vas tec­no­lo­gías, que faci­li­ta la pues­ta a pun­to de la empre­sa apo­yán­do­se en las siner­gias del gru­po al que per­te­ne­ce.

Una de las lám­pa­ras de Luci­fer Lamps.

Uno de los mayo­res com­pro­mi­sos de LZF es la sos­te­ni­bi­li­dad de sus pro­duc­tos. ¿Cómo lo logran?

No es fácil, por­que las empre­sas depen­de­mos de pro­vee­do­res que valo­ran e invier­ten en la sos­te­ni­bi­li­dad. Pare­ce cla­ro que en un futu­ro muy cer­cano estos con­cep­tos se van a impo­ner y goza­re­mos de una mayor ofer­ta de pro­duc­tos para poder­los apli­car en toda la cade­na. Noso­tros hemos hecho todo lo que nos ha sido posi­ble por incor­po­rar este con­cep­to des­de el minu­to uno. Por ello nues­tras made­ras pro­ce­den del cul­ti­vo sos­te­ni­ble y tie­nen el cer­ti­fi­ca­do FSC. Incor­po­ra­mos con la máxi­ma rapi­dez que nos fue posi­ble la tec­no­lo­gía LED, que no sola­men­te es mucho más efi­cien­te, sino que per­mi­te una amplia gama de posi­bi­li­da­des en cuan­to al con­trol de su inten­si­dad e inclu­so con­tro­lar la tem­pe­ra­tu­ra de luz mas con­ve­nien­te, según la fina­li­dad a la que va des­ti­na­do el espa­cio, las pre­fe­ren­cias del usua­rio, la hora del día o el momen­to deter­mi­na­do que viven las per­so­nas que lo dis­fru­tan. Nues­tros emba­la­jes son de car­tón y las bol­sas y relle­nos están hechos a par­tir de la fécu­la de maíz. Sos­te­ni­bi­li­dad sig­ni­fi­ca para noso­tros recu­pe­rar a las per­so­nas que dis­fru­tan tra­ba­jan­do con sus manos, los arte­sa­nos que viven en nues­tros alre­de­do­res y que man­tie­nen vivo el lega­do de nues­tras mejo­res tra­di­cio­nes. Ellos fue­ron los “dise­ña­do­res” de los obje­tos de nues­tra vida coti­dia­na anta­ño y tie­nen muchas cosas que ense­ñar­nos.

“Las nue­vas vías de con­ce­bir el dise­ño en LZF pro­vie­nen de su sen­si­bi­li­dad por el arte y la músi­ca”.

Pre­ci­sa­men­te la fusión entre la tec­no­lo­gía y la arte­sa­nía les ha hecho mere­ce­do­res del pre­mio Nacio­nal de Dise­ño 2020. ¿Cómo se hace posi­ble esta inter­sec­ción?

LZF tie­ne una misión y una visión cla­ra y deter­mi­nan­te como empre­sa, ambas están cen­tra­das en nues­tro come­ti­do y nues­tro com­pro­mi­so per­so­nal y el de todo el equi­po de inves­ti­gar y divul­gar el enla­ce de la arte­sa­nía con el arte, las nue­vas tec­no­lo­gías y la pro­duc­ción indus­trial avan­za­da. Las nue­vas vías de con­ce­bir el dise­ño en LZF pro­vie­nen, en su caso par­ti­cu­lar y sin­gu­lar, de su sen­si­bi­li­dad por el arte y la músi­ca, y entron­can con la trans­ver­sa­li­dad del pen­sa­mien­to crea­ti­vo actual. Un tán­dem empre­sa­rial, cons­cien­te del valor del arte­sano, de su peso con­tem­po­rá­neo en la visión del dise­ño. LZF se ha posi­cio­na­do de un modo pro­pio en la inter­sec­ción entre el dise­ño y la tra­di­ción, hacien­do posi­ble que su com­pro­mi­so con la arte­sa­nía sea com­pa­ti­ble con la inno­va­ción, la actua­li­dad de los mer­ca­dos y el rit­mo glo­bal del sec­tor a nivel inter­na­cio­nal.

¿Dón­de ven a su empre­sa den­tro de unos años?
Ja, ja, ja –ríen–, esto lo dirá el tiem­po.

Lzf Lamps
Av. Reino de Valencia, 14. Chiva
Tel 962 524 780
lzf-lamps.com

Comparte esta publicación

amadomio.jpg

Suscríbete a nuestro boletín

Reci­be toda la actua­li­dad en cul­tu­ra y ocio, de la ciu­dad de Valen­cia