El Palacio de Colomina de Valencia acoge, desde el pasado 15 de octubre y hasta el próximo 16 de noviembre, la exposición individual de pintura de la artista valenciana Charo Marín, que lleva por título “Mi sangre es de colores”.

El acto de inauguración y presentación de las obras reunió a personalidades del mundo de la plástica, la literatura, coleccionistas, amantes del arte y amigos y familiares de la artista, que no perdieron la ocasión de acompañarla en su vuelta a Valencia.
Charo Marín ha dedicado los últimos diez años a difundir su obra por diversos países, y tras sus últimas incursiones en el arte en París, Miami y Roma, ha regresado a su tierra natal con esta exposición tan especial, que además está dedicada a su nieta, Sol Ruiz Navarro.
Una exposición cargada de energía y positivismo
La muestra retrata un cambio sustancial desde su primera etapa, más teatral y con planos de color, pasando por la segunda donde destaca el dibujo y el movimiento, llegando a la tercera que resulta más sutil, y donde se incrusta el dibujo en la pintura, sin perder la fuerza y energía que siempre transmite.
La pintura al óleo de Charo Marín traslada al individuo a un mundo mágico y nos habla a través de colores intensos de original combinación.
Una exposición cargada de energía donde cualquier visitante tiene asegurada “la sorpresa, la emoción y algo nuevo y positivo en su corazón”, según ha expresado la artista.

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