La gran mayo­ría de los espa­ño­les tira comi­da a la basu­ra en casa. Según datos ofi­cia­les los espa­ño­les des­per­di­cia­mos más de 1.300 millo­nes de kilos de ali­men­tos y bebi­das al año. En este 2020, y en ple­na cri­sis eco­nó­mi­ca por el coro­na­vi­rus, los hoga­res espa­ño­les siguen derro­chan­do una gran can­ti­dad de comi­da (y dine­ro).

La empre­sa líder en ven­ta onli­ne de elec­tro­do­més­ti­cos www.puntronic.com ha hecho una encues­ta entre sus clien­tes tras ter­mi­nar el esta­do de alar­ma, y 8 de cada 10 afir­man que tiran algo de comi­da en casa. El 70% de los encues­ta­dos res­pon­dió que lo que más tira­ba eran fru­tas y ver­du­ras, aun­que tam­bién el pan duro es uno de los ali­men­tos más des­per­di­cia­dos, el 50% ase­gu­ró que tira­ban algo.

Algo real­men­te sor­pren­den­te ya que todos estos ali­men­tos se pue­den con­ge­lar, tan­to las fru­tas como las ver­du­ras no pier­den sus vita­mi­nas ni pro­pie­da­des en este pro­ce­so y una barra de pan se pue­de hacer tos­ta­das, con­ge­lar­las e ir uti­li­zán­do­las poco a poco en la tos­ta­do­ra.

En cam­bio, los ali­men­tos que menos des­per­di­cian son los ape­ri­ti­vos y dul­ces (golo­si­nas, pata­tas fri­tas…), solo el 10% ase­gu­ró que tira­ba alguno de estos pro­duc­tos y la comi­da que tar­da mucho más en cadu­car como la pas­ta o las legum­bres (23%) y que una vez coci­na­da está en la men­ta­li­dad de todos con­ge­lar­la en un tup­per.

El principal motivo de desperdicio es el olvido

El moti­vo prin­ci­pal por el que se des­per­di­cian ali­men­tos sue­le ser el olvi­do. Seis de cada diez hoga­res afir­ma­ron que se habían olvi­da­do de que tenían algo guar­da­do en la neve­ra y que, cuan­do lo recor­da­ban, ya no podía con­su­mir­se. Igual­men­te, cin­co de cada diez ase­gu­ra­ron que tenían que tirar comi­da alma­ce­na­da por­que, cuan­do se die­ron cuen­ta de que la tenían, ya esta­ba cadu­ca­da. El segun­do moti­vo es por­que se coci­na dema­sia­da can­ti­dad; un 46% de los encues­ta­dos afir­ma­ron que tenían que tirar par­te de sus pla­tos.

Cambios de hábitos de compra desde el confinamiento

Stop was­ting food. Lef­to­ver lunch is dum­ped in the bin. Food was­te con­cept.

No obs­tan­te, muchas fami­lias han hecho cam­bios en su com­pra duran­te el con­fi­na­mien­to, y eso les ha ayu­da­do a des­per­di­ciar menos comi­da. El 76% de los encues­ta­dos ase­gu­ró que, duran­te la cua­ren­te­na, había adqui­ri­do más con­ser­vas y ali­men­tos no pere­ce­de­ros. Ade­más, la mitad afir­mó que se había acos­tum­bra­do a con­ge­lar para evi­tar ir al super­mer­ca­do, y así evi­tar ries­gos.

Para inten­tar redu­cir aún más la can­ti­dad de ali­men­tos que tira­mos sin nece­si­dad a la basu­ra, los exper­tos de Puntronic.com han ela­bo­ra­do una serie de pau­tas para orga­ni­zar y con­ser­var mejor la comi­da en casa:


1. Planificar el menú con cierta antelación

Saber qué ingre­dien­tes se van a nece­si­tar para las pró­xi­mas comi­das ayu­da a evi­tar com­pras inne­ce­sa­rias. De esta for­ma, solo se com­pra­rán las can­ti­da­des jus­tas y será mucho menos pro­ba­ble que nos olvi­de­mos de algo que había­mos com­pra­do y haya que tirar­lo.


2. No ir a comprar con hambre y ceñirse a la lista

Aun­que pue­da pare­cer un con­se­jo muy sim­ple, es real­men­te útil. Cuan­do vamos al super­mer­ca­do con ham­bre, ten­de­mos a lle­nar el carri­to de más ali­men­tos de los nece­sa­rios. Ir con una lis­ta pre­pa­ra­da y con el estó­ma­go lleno es cla­ve para evi­tar com­prar de más y que des­pués haya que tirar a la basu­ra.


3. Vigilar las fechas de caducidad

Todos los ali­men­tos tie­nen una fecha de cadu­ci­dad o de con­su­mo pre­fe­ren­te. Al hacer la com­pra, es impor­tan­te tener esta fecha en men­te para gas­tar los pro­duc­tos más anti­guos pri­me­ro. De todos modos, si nos ceñi­mos al menú y a la lis­ta, segu­ro que nun­ca lle­ga­rá a pasar­se la fecha de cadu­ci­dad de nin­gún pro­duc­to, y los capri­chos que no estén en la lis­ta, mejor bus­car­los con la fecha de cadu­ci­dad lo más leja­na posi­ble.

4. Congelar frutas y verduras

La encues­ta de Puntronic.com demues­tra que las fru­tas y ver­du­ras son los ali­men­tos que más ten­de­mos a tirar por­que se pudren rápi­da­men­te. Sin embar­go, como se ha dicho ante­rior­men­te los vege­ta­les y fru­tas se pue­den con­ge­lar sin per­der nin­gu­na de sus pro­pie­da­des. Ade­más, hay que tener en cuen­ta que el aspec­to no siem­pre es lo más impor­tan­te. A veces, las fru­tas y ver­du­ras están per­fec­tas y ten­de­mos a des­car­tar­las antes de tiem­po. Una man­za­na con un peque­ño des­per­fec­to es igual de bue­na que una lisa y radian­te.

5. Organizar bien los alimentos en la nevera

Cada ali­men­to nece­si­ta una tem­pe­ra­tu­ra para man­te­ner­se fres­co. Por eso, es muy impor­tan­te cono­cer las dis­tin­tas zonas de la neve­ra y qué debe ir en ellas:

- La puer­ta es la zona menos fría. Es el espa­cio ideal para ali­men­tos que no nece­si­ten tan­to frío, como bebi­das o sal­sas.

-El estan­te infe­rior es la zona más fría y en él deben situar­se los pro­duc­tos más pere­ce­de­ros, como car­nes y pes­ca­dos, o los pro­duc­tos que que­ra­mos des­con­ge­lar.

-Los estan­tes supe­rio­res y cen­tra­les son las zonas idea­les para los lác­teos y los embu­ti­dos, así como para los pla­tos ya coci­na­dos o pro­duc­tos empe­za­dos.

- El cajón infe­rior es la zona de las ver­du­ras. En él la tem­pe­ra­tu­ra no es dema­sia­do baja, ya que los vege­ta­les se dete­rio­ran con mucho frío.

6. Pedir que pongan la comida que sobra para llevar

No hay que tener ver­güen­za de lle­var­nos las sobras del res­tau­ran­te a casa. Cual­quier ali­men­to que nos deje­mos en el pla­to ter­mi­na­rá en la basu­ra, por lo que siem­pre es mejor gas­tar­lo en casa. Ade­más, las sobras de una bue­na comi­da serán una mag­ní­fi­ca cena, ¡y por el mis­mo pre­cio!

7. Medir las raciones

Para evi­tar que haya sobras, lo mejor es cal­cu­lar qué nos vamos a comer y no hacer más. Por ejem­plo, la can­ti­dad ideal de arroz para una per­so­na es la que cabe en un puña­do; y la can­ti­dad de ver­du­ras, las que que­pan en ambas manos.

8. Aprovechar las sobras

Si a pesar de haber medi­do las racio­nes, final­men­te hemos hecho dema­sia­da comi­da, hay muchas for­mas de dar­le una segun­da vida. Sin duda, una de las rece­tas estre­lla para apro­ve­char las sobras son las cro­que­tas, aun­que hay infi­ni­dad de opcio­nes.

9. Congelar por raciones y etiquetarlas

No se debe vol­ver a con­ge­lar un ali­men­to ya des­con­ge­la­do. Por eso, es muy impor­tan­te des­con­ge­lar solo las can­ti­da­des jus­tas que vaya­mos a con­su­mir. Para con­se­guir­lo, lo mejor es con­ge­lar las racio­nes indi­vi­dua­les (o las nece­sa­rias para toda la fami­lia) y gas­tar­las de una sola vez. Ade­más, resul­ta muy útil eti­que­tar todo lo que ten­ga­mos con­ge­la­do, para saber de qué comi­da dis­po­ne­mos y evi­tar com­prar más.

10. Pensar en la familia

Si hemos coci­na­do una pae­lla y tene­mos racio­nes de sobra y el con­ge­la­dor lleno, no está de más acor­dar­se de la fami­lia, si viven cer­ca y apro­ve­char para salu­dar­les y lle­var­les un tup­per, nues­tras madres nos lo agra­de­ce­rán des­pués de toda una vida preo­cu­pán­do­se por noso­tros.

Rosa Alsi­na, res­pon­sa­ble de Puntronic.com, ha dicho: Los espa­ño­les ten­de­mos a des­per­di­ciar mucha comi­da. Si nos para­mos a pen­sar, todos hemos tira­do el pan duro o las sobras que olvi­da­mos en la neve­ra. Tras el esta­do de alar­ma, la situa­ción eco­nó­mi­ca de muchos ciu­da­da­nos es muy deli­ca­da y, sin embar­go, segui­mos vien­do datos muy altos de des­per­di­cio de comi­da. En reali­dad, adop­tar estos sen­ci­llos hábi­tos no cues­ta mucho y pue­de mar­car la dife­ren­cia. Por eso, en Puntronic.com hemos que­ri­do abor­dar este tema e inten­tar ayu­dar a quie­nes deseen redu­cir el des­per­di­cio ali­men­ta­rio en una situa­ción tan incier­ta como la que vivi­mos”.

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