Con la entra­da de la ciu­dad de Valen­cia en la Fase 1 de la deses­ca­la­da de la pan­de­mia oca­sio­na­da por el Covid-19, muchos res­tau­ran­tes, sobre todo aque­llos que cuen­tan con una terra­za de cier­tas dimen­sio­nes, están empe­zan­do a reabrir sus puer­tas. En ese sen­ti­do, el buen cli­ma, las vis­tas y la can­ti­dad de espa­cios abier­tos oca­sio­nan que el lito­ral valen­ciano, con las pla­yas de la Mal­va­rro­sa, el Caban­yal y las Are­nas, así como la zona de la Mari­na de Valen­cia sean algu­nos de los luga­res más apa­ci­bles y reco­men­da­bles para dis­fru­tar de una bue­na terra­za al aire libre.

Des­de Valen­cia City con­si­de­ra­mos que la hos­te­le­ría mere­ce aho­ra todos los apo­yos posi­bles y por ello esta­mos publi­can­do una serie de repor­ta­jes sobre estas aper­tu­ras para cono­cer las pri­me­ras sen­sa­cio­nes de sus pro­pie­ta­rios y geren­tes. De este modo, y en línea con el repor­ta­je que ya publi­ca­mos el pasa­do lunes, pri­mer día de aper­tu­ra, aho­ra ofre­ce­mos otro cen­tra­do en varios loca­les de las prin­ci­pa­les pla­yas valen­cia­nas.

En gene­ral, las sen­sa­cio­nes son bas­tan­te posi­ti­vas, a pesar de las dudas ini­cia­les, de las nue­vas ruti­nas y pro­to­co­los y del maza­zo que supu­so no poder abrir ya el día 11, cuan­do muchos esta­ban pre­pa­ra­dos para ello. No obs­tan­te, el exce­len­te com­por­ta­mien­to de los clien­tes y los áni­mos reci­bi­dos por par­te de ellos están sien­do esa gaso­li­na esen­cial para que el motor no solo se pon­ga en mar­cha sino que con­ti­núe con fuer­za a pesar de las difi­cul­ta­des.

En la Mal­va­rro­sa han implan­ta­do códi­gos QR para las car­tas, así como un cor­dón de segu­ri­dad para limi­tar los acce­sos a la terra­za.

Responsabilidad y civismo en la Malvarrosa

Una de las per­so­nas que más mos­tró su decep­ción por no poder abrir el 11 de mayo fue el pre­si­den­te de la Aso­cia­ción de Res­tau­ran­tes de la Pla­ya de la Mal­va­rro­sa, José Mira­lles, que tam­bién es pro­pie­ta­rio del res­tau­ran­te La Ale­gría de la Huer­ta. Aho­ra, en cam­bio, ase­gu­ra que tan­to él como el res­to de aso­cia­dos que ya han abier­to están “muy con­ten­tos, ilu­sio­na­dos y agra­de­ci­dos a la res­pues­ta del públi­co valen­ciano”.

“He sen­ti­do una res­pon­sa­bi­li­dad tre­men­da del públi­co valen­ciano. Nos ha emo­cio­na­do ver la res­pues­ta de la gen­te y cómo cum­plen las nor­mas con la mejor de las son­ri­sas y con el mayor de los res­pe­tos. Apre­ciar la soli­da­ri­dad de la gen­te con los hos­te­le­ros, que somos quie­nes tene­mos que cum­plir las nor­mas y hacer que las cum­plan, ha sido un cóc­tel mági­co”, ase­ve­ra. Por otra par­te, con­fie­sa que el hecho de abrir una sema­na más tar­de que otros luga­res de Espa­ña y ver cier­tos exce­sos o fal­ta de medi­das “nos ha per­mi­ti­do reac­cio­nar, orga­ni­zar­nos bien noso­tros y tam­bién los loca­les para que esto no suce­da”.

Res­pec­to al fun­cio­na­mien­to en los pri­me­ros días de la reaper­tu­ra en su res­tau­ran­te indi­ca­ba: “Ha sido una bar­ba­ri­dad des­de el pri­mer momen­to de la maña­na ya tenía­mos la terra­za al cien por cien de ocu­pa­ción. Está cla­ro que el calor y el tiem­po acom­pa­ña a la reaper­tu­ra de terra­zas. Como dato sig­ni­fi­ca­ti­vo des­ta­ca­ría lo bien que se ha com­por­ta­do la gen­te: han empe­za­do esta fase 1 con gran res­pe­to a las nor­mas de la seña­lé­ti­ca y sani­ta­rias que hemos esta­ble­ci­do”. Por tan­to, inci­día en que esta­ban “súper con­ten­tos por­que todos man­tie­nen las dis­tan­cias, demues­tran una res­pon­sa­bi­li­dad tre­men­da; la res­pues­ta del públi­co valen­ciano es exce­len­te”.

“Veni­mos de dos meses lar­gos y muy duros para todo el mun­do, pero para la hos­te­le­ría en espe­cial, pero al ver la res­pues­ta del públi­co lle­va­mos dos días de una emo­ción tre­men­da”

Pepe Mira­lles. Pro­pie­ta­rio del res­tau­ran­te La Ale­gría de la Huer­ta

Pepe Mira­lles expli­ca que vie­nen “de dos meses lar­gos y muy duros para todo el mun­do, pero para la hos­te­le­ría en espe­cial”. “Tenía­mos mucha ilu­sión de pasar a la fase 1 el 11 de mayo –pro­si­gue–, pero pasó lo que pasó y este lunes pen­sá­ba­mos que lo íba­mos a reci­bir más cabiz­ba­jos, con menos fuer­za moral tras la deci­sión de la sema­na pasa­da, pero al ver la res­pues­ta del públi­co, el civis­mo de la gen­te, lle­va­mos dos días de una emo­ción tre­men­da”.

Él indi­ca que toda­vía no han abier­to todos los res­tau­ran­tes inte­gra­dos en su aso­cia­ción, pero la inten­ción es que sí lo hagan ya este pró­xi­mo fin de sema­na. De momen­to, abri­rán des­de las 9:30 horas has­ta las 23 horas, por lo que ofre­cen des­de desa­yu­nos a comi­das, tar­deos y cenas. Y espe­ran poder ir amplian­do el hora­rio has­ta lle­gar a las 01:00 horas, que es el cie­rre habi­tual duran­te una tem­po­ra­da alta y que, en con­di­cio­nes nor­ma­les, habría empe­za­do el pasa­do 15 de mayo.

Mira­lles agra­de­ce que tras la rene­go­cia­ción de la Fede­ra­ción Valen­cia­na de Hos­te­le­ría con el Ayun­ta­mien­to de Valen­cia, se hayan con­se­gui­do medi­das como supri­mir la tasa de terra­zas duran­te este año o poder ampliar, cuan­do sea posi­ble, el espa­cio de ocu­pa­ción de las mis­mas. Pero mati­za que “nece­si­ta­mos más apo­yo de todo tipo, acla­rar la situa­ción de los Erte, por ejem­plo… para saber en qué esce­na­rio nos vamos a mover; hay que tener un plan estra­té­gi­co para todo el año por­que muchos res­tau­ran­tes, así como hote­les, no van a poder abrir en mucho tiem­po y lo van a pasar muy mal”.

“Esta­mos en una zona pri­vi­le­gia­da, pero mos­tra­mos nues­tra soli­da­ri­dad con ese gran por­cen­ta­je de loca­les que no han podi­do abrir y que nece­si­tan mucho apo­yo”

Pepe Mira­lles. Pre­si­den­te de la Aso­cia­ción de Res­tau­ran­tes de la Pla­ya de la Mal­va­rro­sa

Final­men­te, ani­ma a la ciu­da­da­nía a acu­dir a los res­tau­ran­tes de la pla­ya de la Mal­va­rro­sa: “Esta­mos en una zona pri­vi­le­gia­da, con tem­pe­ra­tu­ras que rozan los 30 gra­dos y nues­tras terra­zas son uno de los luga­res más idí­li­cos de la gas­tro­no­mía valen­cia­na, más aún duran­te estos tiem­pos”. Pero tam­bién mues­tra su “soli­da­ri­dad al cien por cien con ese gran por­cen­ta­je de loca­les que no han podi­do abrir y que nece­si­tan mucho apo­yo de todo tipo”. Ade­más, recla­ma que se incen­ti­ve el turis­mo con medi­das como corre­do­res sani­ta­rios con paí­ses como Fran­cia, Ale­ma­nia, Ita­lia o Ingla­te­rra “por­que los vamos a nece­si­tar”.

La clien­te­la dis­fru­ta des­de el lunes de loca­les como La Ale­gría de la Huer­ta en la pla­ya de la Mal­va­rro­sa.

Mascarillas con diseño UPV en el Grupo La Sucursal

El res­tau­ran­te La Marí­ti­ma, del gru­po La Sucur­sal es otro de los que ya va a reabrir sus puer­tas, de hecho, lo hace des­de este miér­co­les, día 20 de mayo, en sus incom­pa­ra­bles ins­ta­la­cio­nes ubi­ca­das en el edi­fi­cio Veles e Vents, en la Mari­na de Valen­cia. Ellos ya se readap­ta­ron, como tan­tos otros, para empe­zar a ofre­cer comi­das para lle­var, una posi­bi­li­dad que ofre­cen des­de el pasa­do 8 de mayo y que ase­gu­ran que les está fun­cio­nan­do bas­tan­te bien. El direc­tor gas­tro­nó­mi­co del Gru­po La Sucur­sal, Javier Andrés expli­ca que van a abrir por fases los dife­ren­tes res­tau­ran­tes ubi­ca­do en el Veles e Vents, empe­zan­do aho­ra con La Marí­ti­ma, para con­ti­nuar con Mala­bar y, final­men­te, con La Sucur­sal, que no abri­rá, al menos, has­ta entra­da ya la segun­da fase.

De momen­to, han abier­to La Marí­ti­ma con el 50% de las mesas habi­tua­les, es decir con capa­ci­dad total para unas 50 per­so­nas, y en hora­rio de mar­tes a sába­do a medio­día y tam­bién las tar­des de vier­nes y sába­do. Para Javier Andrés, este res­tau­ran­te es una gran elec­ción aho­ra mis­mo por diver­sos moti­vos: “El sitio es espec­ta­cu­lar, somos unos pri­vi­le­gia­dos por estar en un lugar como el Veles e Vents. Tene­mos el canal, la pla­ya al lado, la impre­sio­nan­te terra­za y se res­pi­ra una gran tran­qui­li­dad. Ade­más, la cali­dad de la comi­da es sen­sa­cio­nal”.

“Somos pri­vi­le­gia­dos por estar en un lugar como el Veles e Vents. tene­mos el canal, la pla­ya al lado, la impre­sio­nan­te terra­za y se res­pi­ra una gran tran­qui­li­dad”

Javier Andrés. Direc­tor Gas­tro­nó­mi­co del Gru­po La Sucur­sal

En esta línea, argu­men­ta que el hecho de estar algo apar­ta­dos de otros res­tau­ran­tes les bene­fi­cia aho­ra para ofre­cer mayor sen­sa­ción de segu­ri­dad y de dis­tan­cia­mien­to a sus clien­tes. Mien­tras, tan­to, han incre­men­tan­do la car­te­le­ría con todo tipo de con­se­jos, han imple­men­ta­do códi­gos QR para las car­tas y tam­bién han apos­ta­do por la inno­va­ción en las pan­ta­llas de pro­tec­ción facial. De este modo, han lle­ga­do a un acuer­do con la Facul­tad de Bellas Artes de la Uni­ver­si­dad Poli­téc­ni­ca de Valen­cia para dise­ñar unas mas­ca­ri­llas espe­cia­les para hos­te­le­ría que ya están imple­men­tan­do con una exce­len­te aco­gi­da por par­te del per­so­nal y de los clien­tes pues “per­mi­te ver el ros­tro, la expre­sión de la cara y eso se agra­de­ce mucho”.

Estas pan­ta­llas, cons­trui­das con impre­so­ras 3D se deno­mi­nan Safe Smi­le, están pen­sa­das espe­cial­men­te para jefes de sala, sumi­lle­res, chefs y per­so­nal de coci­na, y se encuen­tran dis­po­ni­bles para todo el sec­tor a esca­la nacio­nal.

La Marí­ti­ma ha implan­ta­do unas pan­ta­llas de pro­tec­ción facial espe­cial­men­te dise­ña­das para la hos­te­le­ría por la Facul­tad de Bellas Artes de la UPV.

Pre­gun­ta­do por cómo ha sido la res­pues­ta de la clien­te­la tan­to duran­te el tiem­po que han esta­do cerra­dos como a la hora de anun­ciar la reaper­tu­ra, Javier Andrés se mues­tra muy agra­de­ci­do: “No paran de lla­mar para pre­gun­tar cómo esta­mos, cuán­do abri­mos y para tra­tar de reser­var mesa. Se mues­tran con­ten­tos de poder regre­sar y muy com­pren­si­vos cuan­do les expli­ca­mos las medi­das de segu­ri­dad que hay que seguir”, ase­ve­ra.

Javier Andrés, en nom­bre del Gru­po La Sucur­sal, da las gra­cias a todos los clien­tes: “Están sien­do muy posi­ti­vos, nos lla­man, nos miman y más que mie­do lo que tie­nen es muchas ganas de vol­ver. Nos dicen que nos han echa­do de menos y noso­tros tam­bién a ellos, por supues­to”. Él ase­ve­ra que en sus res­tau­ran­tes se vive un tra­to “muy fami­liar”. “Esta es su casa y lo saben –expli­ca–, son más que clien­tes y se sien­ten así y eso se apre­cia. Ellos se van con­ten­tos y noso­tros más toda­vía”, recal­ca. Por eso mis­mo no es par­ti­da­rio de implan­tar tur­nos de comi­das o cenas: “No pode­mos levan­tar a un clien­te para que se sien­te otro. Si se va y se pue­de doblar la mesa, se hará, pero nos gus­ta que si alguien se quie­re tomar una copa o lo que sea y estar tran­qui­lo y a gus­to, que lo pue­da hacer”.

La terra­za de La Marí­ti­ma, en el Veles e Vents, con vis­tas a la Mari­na de Valen­cia.

Distanciamiento social asegurado en Duna Puerto

Ubi­ca­do en la Mari­na Sur de Valen­cia, el res­tau­ran­te Duna Puer­to es aho­ra una gran opción para dis­fru­tar de una bue­na terra­za, con for­mi­da­bles vis­tas al puer­to y a la bahía y para hacer­lo con total garan­tía de dis­tan­cia­mien­to social. Así lo des­ta­ca, pre­ci­sa­men­te, su geren­te, Mer­ce­des Brán­dez, que anun­cia la reaper­tu­ra de sus puer­tas para este sába­do, día 23 de mayo. “Esta­mos total­men­te apar­ta­dos, no hay loca­les alre­de­dor ni tam­po­co un paseo marí­ti­mo que haga que la gen­te se cru­ce. Aquí sue­len venir en coche, se bajan, comen y se pue­den ir des­pués, tran­qui­la­men­te”.

Ella agre­ga, ade­más, que han retra­sa­do la aper­tu­ra al vier­nes para “garan­ti­zar que cum­pli­mos con todas las medi­das de segu­ri­dad. Lo más impor­tan­te aho­ra mis­mo es dar­le al clien­te segu­ri­dad y con­fian­za. Tie­nen algo más de mie­do y hay que hacer­les sen­tir segu­ros y cómo­dos”, comen­ta. Por ello tam­po­co opta­rá, en prin­ci­pio, por esta­ble­cer tur­nos de comi­da: “No quie­ro obli­gar a la gen­te a comer según un turno o un hora­rio fijo. Lo que sí hare­mos será repar­tir los hora­rios bien para que haya buen ser­vi­cio para garan­ti­zar todas las medi­das de segu­ri­dad”.

Entre estas medi­das de segu­ri­dad expli­ca que se encuen­tran algu­nas como los códi­gos QR para las car­tas, las ser­vi­lle­tas de un solo uso, la ausen­cia de man­te­le­ría para faci­li­tar la desin­fec­ción, los desin­fec­tan­tes en las mesas, con­tar con per­so­nal para sen­tar a los clien­tes, repar­tir bien los hora­rios o hacer aná­li­sis a todo el per­so­nal”.

“Lo más impor­tan­te aho­ra mis­mo es dar­le al clien­te segu­ri­dad y con­fian­za. Tie­nen algo más de mie­do y hay que hacer­les sen­tir segu­ros y cómo­dos”

Mer­ce­des Bran­dez. Geren­te de Duna Puer­to

Mer­ce­des Brán­dez valo­ra muy posi­ti­va­men­te que, final­men­te, el Ayun­ta­mien­to de Valen­cia haya per­mi­ti­do ampliar el espa­cio de las terra­zas. Para su res­tau­ran­te será algo fun­da­men­tal pues le per­mi­ti­rá man­te­ner, prác­ti­ca­men­te, el mis­mo afo­ro que antes pero garan­ti­zan­do mayor espa­cio entre las mesas.

Final­men­te, da las gra­cias a todas las per­so­nas que se han preo­cu­pa­do por ver cómo se encon­tra­ban duran­te el tiem­po que han per­ma­ne­ci­do cerra­dos y tam­bién a todos aque­llos que aho­ra están lla­man­do y escri­bien­do para saber cuán­do abren y para reser­var su mesa: “La gen­te tie­ne mono de comer un buen arroz en una terra­za como la nues­tra; ade­más, el buen tiem­po acom­pa­ña”, ase­gu­ra. Y agre­ga que “nues­tro equi­po está con muchas ganas de tra­ba­jar y de vol­ver a ofre­cer nues­tros ser­vi­cios”.

La terra­za, con las espec­ta­cu­la­res vis­tas, de Duna Puer­to.

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