Lle­va­mos ya más de un mes de con­fi­na­mien­to domi­ci­lia­rio y nos ha dado tiem­po para hacer casi de todo des­de nues­tras casas y entre ello, aun­que resul­te con­tra­dic­to­rio, cono­cer más a nues­tros pro­pios veci­nos y empa­ti­zar con ellos, espe­cial­men­te con los que tie­nen movi­li­dad redu­ci­da, con los que están enfer­mos o con las per­so­nas mayo­res. La pre­si­den­ta de la Fede­ra­ción de Aso­cia­cio­nes Veci­na­les de Valen­cia, María José Bro­se­ta, espe­ra que, tras esta cri­sis, apren­da­mos a ser más huma­nos y que for­ta­lez­ca­mos nues­tras redes de cer­ca­nía, aun­que tam­bién se mues­tra preo­cu­pa­da por los pro­ble­mas y retos de todo tipo que ten­dre­mos que afron­tar.

¿Cómo se arti­cu­la una fede­ra­ción de aso­cia­cio­nes veci­na­les des­de el con­fi­na­mien­to?

En un prin­ci­pio, el 13 de mar­zo man­da­mos una cir­cu­lar a las aso­cia­cio­nes en la que les decía­mos que trans­mi­tie­ran a todas sus socias y socios que cum­plie­ran con el con­fi­na­mien­to. No era nada agra­da­ble, pero era una for­ma de que la pan­de­mia no avan­za­se más de lo nece­sa­rio. Por otro lado, todas aque­llas infor­ma­cio­nes que se han ido difun­dien­do des­de admi­nis­tra­cio­nes como el Ayun­ta­mien­to o la Gene­ra­li­tat… hemos sido otros trans­mi­so­res de toda esa infor­ma­ción. Somos volun­ta­rias y volun­ta­rios, pero des­de nues­tros domi­ci­lio, hemos esta­do trans­mi­tién­do­les a las aso­cia­cio­nes vía tele­má­ti­ca todas las infor­ma­cio­nes y reco­men­da­cio­nes. Tam­bién lan­za­mos un comu­ni­ca­do de apo­yo a las Fallas tras su sus­pen­sión y otro para apo­yar la a sani­dad públi­ca, que emi­ti­mos el 7 de abril, Día Inter­na­cio­nal de la Salud y la Sani­dad.

Aho­ra, cuan­do esta­mos con­fi­na­dos, muchos están salu­dan­do y cono­cien­do, des­de sus bal­co­nes y tam­bién por redes socia­les como Whatsapp, a sus veci­nos, a los que antes, tal vez, no pres­ta­ban aten­ción. ¿Está cam­bian­do esta pan­de­mia nues­tra for­ma de rela­cio­nar­nos?

Creo que el hecho de poner­nos noso­tros en el sitio don­de están todas esas per­so­nas como los sani­ta­rios, lim­pia­do­res, fuer­zas de segu­ri­dad, per­so­nal de super­mer­ca­dos, agri­cul­to­res… nos ha hecho reca­pa­ci­tar y ver la labor que tenía cada uno y que esta­ban expo­nién­do­se en muchas oca­sio­nes sin los medios nece­sa­rios. Sí que es ver­dad, tam­bién, que mucha gen­te se está cono­cien­do aho­ra. En mi calle no se ha con­for­ma­do aún un gru­po de Whatsapp veci­nal, pero sí que me lle­ga que se están crean­do en dife­ren­tes barrios. Es muy gra­ti­fi­can­te ver que sali­mos a los bal­co­nes a aplau­dir y tam­bién a rela­cio­nar­nos con nues­tros veci­nos, cada vez se van suman­do más per­so­nas, nos salu­da­mos más, inclu­so se hacen pla­nes para hacer todo tipo de acti­vi­da­des entre los veci­nos cuan­do esto aca­be. Había per­so­nas a las que como máxi­mo les decías bue­nas tar­des, bue­nos días y se aca­bó. Pero aho­ra, se está dan­do más la soli­da­ri­dad, la unión y la par­ti­ci­pa­ción de todos en algo que nos afec­ta como socie­dad en su con­jun­to.

Los aplau­sos a las ocho de la tar­de, como los de estos veci­nos de la ave­ni­da Rei­no de Valen­cia, se han con­ver­ti­do en una de las ruti­nas dia­rias duran­te la cua­ren­te­na. Foto­gra­fía: Alber­to Pla

¿Apren­de­re­mos algo a nivel de comu­ni­dad, sobre todo en un entorno más cer­cano, cuan­do todo esto pase?

Espe­ro que sí. Que todo esto nos haya ser­vi­do para reca­pa­ci­tar, para ver cuá­les son las nece­si­da­des de los demás, no solo mirar­nos a noso­tros mis­mos, sino tam­bién al que tene­mos al lado. Espe­ro que en esta comu­ni­dad y en Espa­ña, demos valo­res más huma­nos. Hay que valo­rar tam­bién temas que muchas veces no les dába­mos la impor­tan­cia que mere­cían, como la sani­dad, la edu­ca­ción y tam­bién el I+D. Es nece­sa­ria una sani­dad públi­ca y de cali­dad. Y no olvi­dar, des­pués, la labor de todos esos sani­ta­rios que están logran­do que muchas per­so­nas se pue­dan sal­var. Es evi­den­te que ha falle­ci­do un gran núme­ro de per­so­nas y sobre todo aque­llos que son vul­ne­ra­bles, pero quie­ro des­ta­car que ha habi­do una gran soli­da­ri­dad de las per­so­nas con menos rie­go al ir a apo­yar y ayu­dar a otras que tie­nen ries­go aña­di­do por su enfer­me­dad… Hay mucha gen­te joven que está ayu­dan­do a per­so­nas enfer­mas, con movi­li­dad redu­ci­da de sus comu­ni­da­des veci­na­les, les hacen la com­pra, les tiran la basu­ra o, sim­ple­men­te, les pre­gun­tan cómo están, si nece­si­tan algo, lo cual es muy impor­tan­te y es algo que está­ba­mos per­dien­do.

Tam­bién se han dado acti­tu­des repro­ba­bles entre comu­ni­da­des veci­na­les en Espa­ña como el men­sa­je al sani­ta­rio para que se fue­ra a otro lugar o la pin­ta­da en el coche de otra sani­ta­ria…

Qui­sie­ra decir­les a esas per­so­nas que solo ponien­do esas pin­ta­das o men­sa­jes ya dicen lo que son. Creo que hay que inten­tar que empie­cen a reca­pa­ci­tar y cam­biar de hábi­tos, pero ello solos se des­ca­li­fi­can.

Los veci­nos recla­man des­de sus casas la defen­sa de la sani­dad públi­ca.

Hay gen­te que sigue murien­do sola en sus casas. ¿Nos hemos des­hu­ma­ni­za­do en exce­so duran­te los últi­mos tiem­pos has­ta el pun­to de no cono­cer o preo­cu­par­nos por los que tene­mos más cer­ca?

Sí, por­que hay muchos barrios de la ciu­dad don­de el vecino de al lado casi es un núme­ro, el del sép­ti­mo o el del cuar­to. Creo que esto nos ha demos­tra­do que tene­mos que estar todos más uni­dos por­que nun­ca sabes cuán­do te va a hacer fal­ta o cuan­do es nece­sa­rio que otra per­so­na te ani­me o te res­pal­de por­que estás en un mal momen­to o por­que nece­si­tas hablar con alguien. Por supues­to, toda­vía es más tris­te que haya per­so­nas que estén solas y se vean expues­tos a todo tipo de pro­ble­má­ti­cas. Hay per­so­nas que viven solas y no tie­nen mayo­res pro­ble­mas, salen a la calle, se rela­cio­nan, pero hay otras que su sole­dad, uni­da al indi­vi­dua­lis­mo de otros, para quien no es más que el vecino del octa­vo o del pri­me­ro, oca­sio­na que ten­gan que falle­cer para saber que exis­tían y que esta­ban ahí al lado. Es muy tris­te, pero no pasa solo aho­ra, con el con­fi­na­mien­to, sino de for­ma habi­tual. Ten­dría­mos que ser más huma­nos y ayu­dar­nos los unos y los otros por­que somos nece­sa­rios todos.

“En muchos barrios de la ciu­dad el vecino de al lado casi es un núme­ro, ‘el del sép­ti­mo’, pero la epi­de­mia nos ha demos­tra­do que tene­mos que estar más uni­dos”.

Las aso­cia­cio­nes veci­na­les, en su mayor par­te, cuen­tan con aso­cia­dos con una media de edad ele­va­da. ¿Exis­te un rele­vo gene­ra­cio­nal sufi­cien­te para garan­ti­zar la vita­li­dad y el futu­ro de las mis­mas?

Tene­mos la suer­te de que está cre­cien­do el núme­ro de aso­cia­cio­nes, en barrios don­de no había nin­gu­na aho­ra ya hay. Sí que es ver­dad de que hay una media de edad alta, pero por una razón, por­que a lo mejor tie­nen menos car­gas labo­ra­les o fami­lia­res y dis­po­nen de más tiem­po. Pero me gra­ti­fi­ca poder decir que en muchas aso­cia­cio­nes nue­vas hay pre­si­den­tas y pre­si­den­tes y socios tam­bién que son gen­te joven que se impli­ca en cómo quie­ren que sea su barrio y eso es muy impor­tan­te. Todos tene­mos que apren­der de todos, los jóve­nes de los mayo­res, pero tam­bién al revés para enten­der deter­mi­na­das cosas. Poco a poco, estas nue­vas gene­ra­cio­nes, se están incor­po­ran­do a tra­ba­jar por sus barrios. Para mi es muy gra­ti­fi­can­te que haya gen­te tam­bién en esta línea y tra­ba­jan­do como los que más por cons­truir una ciu­dad mejor.

¿Qué ini­cia­ti­vas se están toman­do des­de las aso­cia­cio­nes veci­na­les o des­de la fede­ra­ción duran­te esta pan­de­mia?

Están ponien­do la ima­gi­na­ción al poder. Aho­ra pare­ce que todo tie­ne que ser onli­ne, pero hay que tener en cuen­ta que la bre­cha digi­tal está ahí. No todas las per­so­nas pue­den acce­der a Inter­net en sus hoga­res. Exis­te esta bre­cha y no todas las per­so­nas tie­nen un orde­na­dor, tablet o inclu­so telé­fono con Inter­net. Hay tam­bién niños y jóve­nes que no pue­den hacer cier­tas cosas por­que la situa­ción eco­nó­mi­ca de los padres no es bue­na, son per­so­nas en situa­ción de ries­go… A otras per­so­nas más mayo­res tal vez les gus­ta leer mucho, pero no les gus­ta poner­se delan­te de un orde­na­dor, inclu­so por­que con su esca­sa pen­sión no les da para tener uno. Por otra par­te, las aso­cia­cio­nes veci­na­les tene­mos un pre­su­pues­to tan exiguo que si tie­nes abier­to el local, en muchas oca­sio­nes ya es para lo úni­co que te da. Las cuo­tas de socios lle­gan a unos 36 euros al año y en oca­sio­nes no hay cuo­ta. Des­de la fede­ra­ción impar­ti­mos for­ma­cio­nes sobre cues­tio­nes que la admi­nis­tra­ción ha moder­ni­za­do, como la fir­ma digi­tal, las noti­fi­ca­cio­nes por mail, que hay per­so­nas que no saben uti­li­zar. Inten­ta­mos poner­los al día.

Una pan­car­ta de áni­mo en la peda­nía valen­cia­na de Beni­mà­met.

Si esta situa­ción se pro­lon­ga mucho, ¿cómo afec­ta­ra al desa­rro­llo habi­tual de las aso­cia­cio­nes veci­na­les?

Este mal cien años no dura­rá, enton­ces, voy a ser opti­mis­ta. Hay que decir­les a nues­tras com­pa­ñe­ros y com­pa­ñe­ras de las aso­cia­cio­nes, a todos los socios y socias, que son muchos, que no sal­gan de casa aho­ra, pero que cuan­do sal­ga­mos, siga­mos las ins­truc­cio­nes que nos indi­quen. Duran­te el tiem­po que este­mos con­fi­na­dos e inco­mu­ni­ca­dos físi­ca­men­te, noso­tros segui­re­mos trans­mi­tien­do todas las nove­da­des que pue­dan afec­tar a los barrios y socios. Pero lue­go sal­dre­mos con más fuer­za. El movi­mien­to veci­nal exis­te des­de antes de la demo­cra­cia, ha pasa­do situa­cio­nes muy malas pero con­ti­nua­re­mos ahí y segui­re­mos estan­do, inclu­so mejor.

“El movi­mien­to veci­nal exis­te des­de antes de la demo­cra­cia, ha pasa­do situa­cio­nes muy malas pero con­ti­nua­re­mos ahí”.

Aho­ra pare­ce que solo se hable del Covid-19, pero ¿qué peti­cio­nes o rei­vin­di­ca­cio­nes a nivel de ciu­dad lle­van a cabo actual­men­te des­de la fede­ra­ción de aso­cia­cio­nes veci­na­les?

Nues­tra ciu­dad tie­ne que ser sos­te­ni­ble, salu­da­ble, en los temas de movi­li­dad lo pri­me­ro ha de ser el pea­tón, lue­go los medios públi­cos como los auto­bu­ses, metro, cer­ca­nías…, lue­go otros temas como la bici… y final­men­te, ya en el últi­mo pun­to, esta­ría el trans­por­te pri­va­do. En una ciu­dad como  Valen­cia hay muchas cues­tio­nes que resol­ver de for­ma coti­dia­na. Nos preo­cu­pa el tema de las vivien­das, de qué va a pasar con mucha gen­te que no pue­da pagar el alqui­ler o la hipo­te­ca. Nos preo­cu­pan los autó­no­mos, el peque­ño comer­cio… Nues­tra ciu­dad es peque­ña, pero es una ciu­dad gran­de a la vez, con muchos temas que tra­tar y nos ten­dre­mos que poner al día. 

¿Pue­de sobre­vi­vir una ciu­dad tan turís­ti­ca como Valen­cia a unas medi­das de con­fi­na­mien­to pro­lon­ga­das?

Creo que sen­tar­nos des­de dife­ren­tes par­tes y ver cómo va a salir nues­tra ciu­dad será muy impor­tan­te. Siem­pre hemos hecho prio­ri­ta­rio al turis­mo, es impor­tan­te, pero tie­ne que ser un turis­mo de cali­dad. Lo vamos a tener que replan­tear. Segu­ra­men­te duran­te un tiem­po no podre­mos ir a otras comu­ni­da­des o paí­ses, tan­to por temas de salud como eco­nó­mi­cos, así que el turis­mo ten­drá que cam­biar. 

¿Redes­cu­bri­re­mos nues­tra ciu­dad como veci­nos y veci­­nas-turi­s­­tas?

Espe­ro que sí. Será una for­ma de decir, si me gus­ta ver museos, pues en vez de irme a museos de Madrid veré los de aquí, al igual que con el tea­tro… La cul­tu­ra es ahí don­de esta­rá, en la cer­ca­nía. Tene­mos un gran patri­mo­nio cul­tu­ral, ten­dre­mos que empe­zar a visi­tar­lo, a valo­rar­lo, y eso nos reac­ti­va­rá tam­bién social y eco­nó­mi­ca­men­te. No somos tan­tos millo­nes de per­so­nas como los que antes venían, pero sí es algo que pue­de ayu­dar mucho.

“Tene­mos un gran patri­mo­nio cul­tu­ral, ten­dre­mos que empe­zar a visi­tar­lo, a valo­rar­lo y eso nos reac­ti­va­rá tam­bién social y eco­nó­mi­ca­men­te”.

Por otra par­te, se habla de que baja­rán los alqui­le­res, por la situa­ción eco­nó­mi­ca, pero tam­bién por­que muchos pisos de alqui­ler turís­ti­co pasa­rán al mer­ca­do de vivien­da habi­tual…

Es posi­ble, pero tam­bién baja­rán los ingre­sos de muchas fami­lias. Habrá que incre­men­tar los alqui­le­res socia­les por­que nadie debe ver­se obli­ga­do a estar en la calle. Habrá que valo­rar el hecho de las ren­tas bási­cas para poder comer, para pagar el agua, la luz… las ayu­das han de refor­zar­se. 

¿Qué les diría a los fami­lia­res de veci­nos y veci­nas que han falle­ci­do en esta pan­de­mia?

Sin­ce­ra­men­te, les doy, en nom­bre de la fede­ra­ción, a todas los fami­lia­res de per­so­nas falle­ci­das mi pésa­me. Muchos de nues­tras veci­nas y veci­nos ya no están con noso­tros y nos due­le de ver­dad. Los que nos que­da­mos ten­dre­mos que replan­tear­nos muchas cosas, unir­nos más para afron­tar cues­tio­nes como la eco­no­mía, el turis­mo, la cul­tu­ra, la super­vi­ven­cia del peque­ño comer­cio, de los autó­no­mos. Habrá una sali­da com­pli­ca­da de la epi­de­mia y de todos depen­de ver cómo lo afron­ta­mos. 

“Habrá una sali­da com­pli­ca­da de la epi­de­mia: ten­dre­mos que replan­tear­nos muchas cosas, unir­nos más para afron­tar la eco­no­mía, el turis­mo, la cul­tu­ra, la super­vi­ven­cia del peque­ño comer­cio, de los autó­no­mos…”.

¿Vol­ve­re­mos a cen­trar­nos en noso­tros mis­mos o todo esto hará que apre­cie­mos la impor­tan­cia de tejer redes comu­ni­ta­rias fuer­tes y soli­da­rias?

Un pro­ble­ma como el que esta­mos sufrien­do en este momen­to espe­ro que nos lle­ve a pen­sar que tene­mos que tener lógi­ca y saber reac­cio­nar y pen­sar que nadie está solo. Debe­mos trans­mi­tir que nadie está solo y cola­bo­rar más los unos con los otros. Si par­ti­ci­pa­mos en vez de uno, cien, mucho mejor. Y a par­tir de ahí con­ti­nua­re­mos. En el movi­mien­to veci­nal de Valen­cia somos más de 75 aso­cia­cio­nes con un míni­mo para poder estar en la fede­ra­ción de 100 per­so­nas socias en cada una de ellas. Somos más de 7.000 per­so­nas y espe­ro que vaya­mos subien­do cada vez más.

Un car­tel de apo­yo al barrio de la Aso­cia­ción Veci­nal de Beni­ma­clet.

Más infor­ma­ción:

Telé­fono: 963 840 128

mail: faavv@faavv.es

web: http://vecinosdevalencia.es/

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