La cate­drá­ti­ca de Aná­li­sis Eco­nó­mi­co de la Facul­tad de Eco­no­mía de la Uni­ver­si­tat de Valèn­cia, Matil­de Mas, ana­li­za en un artícu­lo en The Con­ver­sa­tio’ la preo­cu­pa­ción por la situa­ción eco­nó­mi­ca actual y futu­ra ante la cri­sis mun­dial oca­sio­na­da por el Covid-19.

La actual pan­de­mia de coro­na­vi­rus está azo­tan­do a prác­ti­ca­men­te toda la pobla­ción mun­dial, sien­do la pér­di­da de vidas huma­nas el fenó­meno más dra­má­ti­co. Sin embar­go, como des­ta­ca la cate­drá­ti­ca de Aná­li­sis Eco­nó­mi­co Matil­de Mas, la situa­ción eco­nó­mi­ca actual y, sobre todo, futu­ra, es muy preo­cu­pan­te.

En su artícu­lo en la red de medios de comu­ni­ca­ción The Con­ver­sa­tion, Mas empie­za ana­li­zan­do el ori­gen de la pan­de­mia y las medi­das de con­fi­na­mien­to de la pobla­ción que se toma­ron para fre­nar su expan­sión pri­me­ro en la ciu­dad de Wuhan, y pos­te­rior­men­te en la pro­vin­cia de Hubei.

El con­fi­na­mien­to afec­tó a nume­ro­sas empre­sas occi­den­ta­les al ver estas como se cor­ta­ba la impor­ta­ción de bie­nes inter­me­dios y fina­les al cerrar­se la pro­duc­ción de las empre­sas chi­nas, espe­cial­men­te de las manu­fac­tu­re­ras. ‘La caí­da de la pro­duc­ción, jun­to con el mie­do, y las res­tric­cio­nes a la movi­li­dad para fre­nar el con­ta­gio, pro­vo­ca­ron una fuer­te caí­da en la deman­da mun­dial. Chi­na tie­ne en la actua­li­dad un papel muy rele­van­te en la pro­duc­ción, comer­cio, turis­mo, mer­ca­do de mate­rias pri­mas e indus­trias de bie­nes de lujo. Actual­men­te, repre­sen­ta una ter­ce­ra par­te de la deman­da agre­ga­da mun­dial, y su PIB, el 16% del PIB mun­dial’, des­ta­ca Matil­de Mas.

Según sigue ana­li­zan­do el artícu­lo, la situa­ción se agra­vó con la for­tí­si­ma caí­da de la bol­sa, con subi­das de la aver­sión al ries­go resul­ta­do del páni­co, debi­do a la incer­ti­dum­bre, afec­tan­do a los mer­ca­dos finan­cie­ros y hacién­do­los más vul­ne­ra­bles.

No obs­tan­te, según apun­ta Mas, el peor esce­na­rio lle­gó con la apa­ri­ción de los pri­me­ros infec­ta­dos en Ita­lia, uno de los moto­res eco­nó­mi­cos de la Unión Euro­pea. El sal­to al res­to de los paí­ses fue rápi­do: pri­me­ro Espa­ña segui­do de Fran­cia, Ale­ma­nia, Rei­no Uni­do y Esta­dos Uni­dos y, en la actua­li­dad, todos los paí­ses están ame­na­za­dos.

Por otra par­te, por pri­me­ra vez pare­cía haber acuer­do en tres fren­tes: es un fenó­meno tran­si­to­rio, pero de dura­ción des­co­no­ci­da; el cie­rre de la acti­vi­dad eco­nó­mi­ca impo­ne unos cos­tes eco­nó­mi­cos difí­ci­les de cal­cu­lar, pero que se anti­ci­pan enor­mes; y la nece­si­dad de refor­zar el sis­te­ma sani­ta­rio a la vez que evi­tar el cie­rre de empre­sas sol­ven­tes y los con­se­cuen­tes des­pi­dos de tra­ba­ja­do­res.

Este últi­mo obje­ti­vo se sin­te­ti­za­ba en dos ideas: pro­por­cio­nar toda la liqui­dez que hicie­ra fal­ta a las empre­sas, y un col­chón de segu­ri­dad a los tra­ba­ja­do­res, inclu­yen­do reba­jas fis­ca­les y ofre­cien­do mora­to­rias en el pago de impues­tos.

Todas estas medi­das, des­ta­ca la cate­drá­ti­ca de Aná­li­sis Eco­nó­mi­co, cues­tan mucho dine­ro y, ade­más, se nece­si­ta el dine­ro ya. ‘No es posi­ble pos­po­ner el gas­to sani­ta­rio, ni tam­po­co lo es dejar a los tra­ba­ja­do­res y empre­sas en la cune­ta por un suce­so sobre­ve­ni­do’, pun­tua­li­za Mas.

Hay un acuer­do bas­tan­te gene­ral en que, para que estas medi­das sean efec­ti­vas, deben ser muy gene­ro­sas, por­que solo así son capa­ces de infun­dir con­fian­za a los agen­tes y fre­nar el páni­co. Y si este meca­nis­mo ope­ra, es muy pro­ba­ble que al final haga fal­ta mucho menos dine­ro, no solo el pro­me­ti­do sino tam­bién del que se verían for­za­dos a gas­tar con medi­das menos ambi­cio­sas, mati­za el artícu­lo.

Para ilus­trar esto últi­mo, Mas pone como ejem­plo Esta­dos Uni­dos y su rápi­da y gene­ro­sa res­pues­ta en la cri­sis de 2007, así como su rapi­dí­si­ma recu­pe­ra­ción pos­te­rior. Pero para ello hace fal­ta que la res­pues­ta sea creí­ble y evi­tar la des­con­fian­za de los mer­ca­dos ante la posi­bi­li­dad de no devol­ver las deu­das.

La emisión de eurobonos

En este esce­na­rio es cuan­do entran los orga­nis­mos comu­ni­ta­rios. Pero según seña­la Mas, ‘la res­pues­ta de la Comi­sión no pudo ser más decep­cio­nan­te: sál­ve­se quien pue­da, ali­ge­ra­ré las res­tric­cio­nes a las ayu­das de esta­do y mira­ré para otro lado en la res­tric­ción de défi­cit y deu­da’. El BCE, pese a los titu­beos ini­cia­les, ha apo­ya­do con 750 000 millo­nes de euros la liqui­dez del sis­te­ma.

No obs­tan­te, el artícu­lo afir­ma que estas medi­das no son sufi­cien­tes. Es urgen­te tomar medi­das fis­ca­les y la que tie­ne más visos de pros­pe­rar es la emi­sión de euro­bo­nos, que no son más que deu­da (como la deu­da públi­ca de Espa­ña), pero de la que todos los paí­ses del euro serían res­pon­sa­bles (y no solo los ciu­da­da­nos espa­ño­les).

Matil­de Mas cie­rra su artícu­lo con un pre­sa­gio demo­le­dor: ‘no hemos esta­do nun­ca tan cer­ca de emi­tir, por pri­me­ra vez, deu­da en nom­bre de todos los paí­ses del euro. No es toda­vía la muy nece­sa­ria unión fis­cal, pero es un paso impor­tan­te en esa direc­ción. Si no se hace aho­ra, dudo mucho que la Unión Euro­pea sobre­vi­va a la pan­de­mia.

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