Aero­puer­to de Pal­ma de Mallor­ca inte­rior de la ter­mi­nal de pasa­je­ros

Aero­puer­to de Pal­ma de Mallor­ca inte­rior de la ter­mi­nal de pasa­je­ros

Hace tan solo unas sema­nas se hacían públi­cos los datos de la Esta­dís­ti­ca de movi­mien­tos turís­ti­cos en fron­te­ras (FRONTUR), que anun­cia­ban que en 2019 Espa­ña había bati­do por sép­ti­mo año con­se­cu­ti­vo su récord his­tó­ri­co en lle­ga­das de turis­tas inter­na­cio­na­les, habien­do alcan­za­do los 83,7 millo­nes de visi­tan­tes. Hoy, sie­te sema­nas des­pués, esas cifras pare­cen inal­can­za­bles. La situa­ción de emer­gen­cia por la expan­sión del coro­na­vi­rus en Espa­ña ha para­li­za­do por com­ple­to el mer­ca­do turís­ti­co, y los exper­tos esti­man que las reper­cu­sio­nes no tar­da­rán en dejar­se ver. Pablo Díaz Luque, pro­fe­sor de los Estu­dios de Eco­no­mía y Empre­sa de la UOC, afir­ma que en el sec­tor ya se han bara­ja­do esti­ma­cio­nes tem­pra­nas que cal­cu­lan pér­di­das de entre 2,7 y 6 millo­nes de turis­tas inter­na­cio­na­les si el coro­na­vi­rus no se ata­ja antes de la Sema­na San­ta o el verano res­pec­ti­va­men­te, lo que se tra­du­ce en la des­apa­ri­ción de dece­nas de miles de millo­nes de euros.

«Excel­tur habla de unas pér­di­das que supe­ra­rían con cre­ces los 30.000 millo­nes de euros con la pér­di­da de la tem­po­ra­da pri­ma­ve­ral, y ele­va la can­ti­dad a 60.000 millo­nes de euros si la cri­sis sani­ta­ria se acer­ca a los seis meses», dice el pro­fe­sor de la UOC, que advier­te que una de las prin­ci­pa­les con­se­cuen­cias es que des­apa­re­ce­rán miles de pues­tos de tra­ba­jo, como demues­tran los innu­me­ra­bles ERTE del sec­tor. Las esti­ma­cio­nes del Con­se­jo Mun­dial del Via­je y el Turis­mo (WTTC por sus siglas en inglés) hacen refe­ren­cia a 50 millo­nes de empleos per­di­dos a esca­la mun­dial. «Todo está en jue­go; los ERTE están sien­do masi­vos. Lo impor­tan­te será la recu­pe­ra­ción pos­te­rior, que depen­de­rá de muchas varia­bles inter­nas y exter­nas», ade­lan­ta Pablo Díaz Luque.

¿Cuán­do se pro­du­ci­rá esa recu­pe­ra­ción? Según el infor­me que aca­ba de publi­car Glo­bal­We­bIn­dex, el 70 % de los esta­dou­ni­den­ses y bri­tá­ni­cos cuyas vaca­cio­nes han sido can­ce­la­das bus­ca­rá una nue­va fecha den­tro del pró­xi­mo año, un dato que hace pen­sar que la recu­pe­ra­ción no se demo­ra­rá dema­sia­do en el tiem­po una vez que se con­tro­le la situa­ción de emer­gen­cia. «Si el virus des­apa­re­ce pron­to, la recu­pe­ra­ción podrá dar­se en un pla­zo no exce­si­va­men­te dañino», coin­ci­de Díaz Luque. «Tras cam­pa­ñas de ima­gen de mer­ca­do abso­lu­ta­men­te lim­pio de virus, habla­mos de una recu­pe­ra­ción en la pró­xi­ma tem­po­ra­da, pasa­do el verano», aña­de.

Los primeros en volver de vacaciones

Los pri­me­ros turis­tas inter­na­cio­na­les en vol­ver serán pro­ba­ble­men­te aque­llos que pro­ce­den de paí­ses que tam­bién se han vis­to afec­ta­dos por la epi­de­mia. Al menos esa es la esti­ma­ción que hacen los exper­tos basán­do­se en la teo­ría de las catás­tro­fes, que tie­ne en cuen­ta otras cri­sis de raíz simi­lar como la del SARS en 2003. Por el con­tra­rio, como expli­ca Díaz Luque, los turis­tas más cau­te­lo­sos serán los que pro­ce­den de paí­ses don­de el virus no afec­tó en tan­ta medi­da, que per­ci­ben el peli­gro de visi­tar Espa­ña como alto. Se tra­ta del colec­ti­vo que cos­ta­rá más recu­pe­rar. En cuan­to al turis­mo nacio­nal, la pre­vi­sión de los ana­lis­tas es que se recu­pe­ra­rá bas­tan­te antes que el que vie­ne de otros paí­ses.

Sin embar­go, inclu­so en el mejor de los esce­na­rios, la situa­ción será com­pli­ca­da espe­cial­men­te para las pymes dedi­ca­das al turis­mo, más aún si los pla­zos se alar­gan: en ese supues­to, la mis­ma ofer­ta pue­de ver­se afec­ta­da por el cie­rre defi­ni­ti­vo de pymes en el sec­tor. Por esa razón, los exper­tos insis­ten en la nece­si­dad de líneas de ayu­da para afron­tar una cri­sis que pue­de recru­de­cer­se si la para­li­za­ción del país se alar­ga en el tiem­po. «Habrá que pen­sar en ayu­das gene­ra­les para el relan­za­mien­to de la acti­vi­dad cuan­do pase todo. Mien­tras tan­to, habrá que ayu­dar a la sub­sis­ten­cia en para­da de tra­ba­ja­do­res y empre­sa­rios del sec­tor», afir­ma Pablo Díaz Luque.

Como en todos los ciclos, este es un pun­to de cam­bio en un perio­do que ha sido par­ti­cu­lar­men­te alcis­ta y al que aho­ra cos­ta­rá vol­ver a lle­gar. Pero el sec­tor ha sali­do de cri­sis sig­ni­fi­ca­ti­vas en nume­ro­sas oca­sio­nes, y cuan­do lle­gue el momen­to de abrir de nue­vo todas las infra­es­truc­tu­ras turís­ti­cas, pue­de ser la oca­sión de repen­sar el mode­lo eco­nó­mi­co. Como expli­ca el pro­fe­sor de la UOC, el turis­mo es una acti­vi­dad intrin­ca­da en la socie­dad, y depen­de del res­to de fac­to­res socio­eco­nó­mi­cos e inter­ac­túa con ellos. Por eso, «una bue­na sani­dad, al igual que cier­ta segu­ri­dad, bue­nos trans­por­tes, cul­tu­ra, etc., son un fac­tor bási­co para una atrac­ción armó­ni­ca de turis­tas». Ade­más, según este exper­to el final de la situa­ción de emer­gen­cia por el coro­na­vi­rus podría ser una opor­tu­ni­dad para repen­sar mode­los de nego­cio insos­te­ni­bles «que cau­sa­ban cier­ta turis­mo­fo­bia y turis­ti­fi­ca­ción. En Esta­dos Uni­dos hay dece­nas de gran­des super­fi­cies comer­cia­les aban­do­na­das; espe­ro que no se dé el caso de gran­des hote­les en Espa­ña», seña­la.

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