Miquel Nava­rro (Mis­la­ta, 1945) ha visi­ta­do el IVAM para ver en per­so­na la expo­si­ción El gabi­ne­te secre­to de Miquel Nava­rro que el museo valen­ciano inau­gu­ró el pasa­do jue­ves 30 de enero sin la pre­sen­cia del artis­ta por moti­vos de salud.
Hoy ha podi­do reco­rrer la mues­tra acom­pa­ña­do del direc­tor José Miguel G. Cor­tés, en la que el IVAM ha reu­ni­do pie­zas de las colec­cio­nes pri­va­das del artis­ta jun­to a obras de peque­ño for­ma­to de la pro­pia colec­ción del museo. Miquel Nava­rro ha des­ta­ca­do que “la mues­tra y el IVAM son como un abri­go para mi” y se ha mos­tra­do muy satis­fe­cho con el resul­ta­do y con todo el pro­ce­so de mon­ta­je diri­gi­do por el comi­sa­rio Ser­gio Rubi­ra, que a su vez es direc­tor de Expo­si­cio­nes y Colec­ción del  IVAM. Ade­más se ha mos­tra­do encan­ta­do con la inter­ven­ción espe­cí­fi­ca que se mues­tra en la facha­da del edi­fi­cio. Una obra iné­di­ta del autor de 1972 repro­du­ci­da en gran for­ma­to.

La expo­si­ción, que ocu­pa la gale­ría 3,  per­mi­te reco­rrer la tra­yec­to­ria de Miquel Nava­rro a tra­vés de sus intere­ses y obse­sio­nes, que alu­den al deseo con un com­po­nen­te eró­ti­co. La mues­tra esta­ble­ce rela­cio­nes entre los obje­tos de sus colec­cio­nes y sus obras de peque­ño for­ma­to. “Es una mues­tra ale­ja­da de las gran­des escul­tu­ras, como la pan­te­ra rosa, que se pue­den con­tem­plar en Valèn­cia, es una mues­tra más ínti­ma, que ofre­ce otra mira­da. Es una expo­si­ción peque­ña pero muy diver­sa, lle­na de cosas muy dis­tin­tas a al mis­mo tiem­po con espa­cio para poder dis­fru­tar­la” ha dicho Miquel Nava­rro tras la visi­ta.

En el IVAM Miquel Nava­rro se ha encon­tra­do con mul­ti­tud de ami­gos, tra­ba­ja­do­res del museo, y se ha mos­tra­do encan­ta­do con el resul­ta­do de la expo­si­ción y el éxi­to que está reci­bien­do de públi­co y crí­ti­ca. “A mi edad una de las cosas bue­nas es que ten­go más sere­ni­dad, que me per­mi­te una mira­da más sose­ga­da sobre la vida y la crea­ción”.