Sala Rus­sa­fa aco­ge este fin de sema­na el estreno abso­lu­to de Si due­le no es amor (1, 2 y 3 de mar­zo) den­tro del Cicle de la Dona, en la que las crea­do­ras y muje­res son pro­ta­go­nis­tas. La for­ma­ción valen­cia­na La Dra­má­ti­ca Pro­duc­cio­nes está detrás de esta pie­za escri­ta y diri­gi­da por Ire­ne Gon­zá­lez, quien tam­bién sube a las tablas como intér­pre­te jun­to a Jose Terol y Jose Torres.

A dife­ren­cia de otras obras sobre la vio­len­cia de géne­ro, esta pro­pues­ta ofre­ce una mira­da dia­cró­ni­ca “me pare­ció muy intere­san­te no con­tar este tema des­de el pre­sen­te, sino hacer poner fren­te a fren­te a per­so­na­jes del pasa­do con otros del 2019”, comen­ta Gon­zá­lez.

Y esa vis­ta atrás se posa, nada más ni nada menos, que en Jua­na I de Cas­ti­lla (cono­ci­da como Jua­na La Loca) y su espo­so, Feli­pe el Her­mo­so. “Creo que es un buen refe­ren­te para esta­ble­cer una com­pa­ra­ti­va entre la agre­sión que se ejer­cía hace siglos y la que siguen vivien­do muchas muje­res actual­men­te. Jua­na fue un per­so­na­je muy veja­do por los hom­bres de su vida, no sola­men­te por su mari­do Feli­pe, tam­bién por su padre e inclu­so por su hijo”, expli­ca la auto­ra sobre esta monar­ca que pasó gran par­te de su vida con­fi­na­da en el pala­cio de Tor­de­si­llas para impe­dir­le rei­nar.

Com­par­te el nom­bre y muchos pesa­res con otro per­so­na­je de la pie­za, esta vez del siglo XXI y que, ade­más, es trans­gé­ne­ro. La idea era mos­trar la doble dis­cri­mi­na­ción y la vio­len­cia que en dema­sia­das oca­sio­nes pade­ce este colec­ti­vo.

La obra trans­cu­rre en un aban­do­na­do solar don­de se encuen­tran los tres pro­ta­go­nis­tas: “Es un espa­cio inhós­pi­to, con dos ban­cos que, dra­ma­túr­gi­ca­men­te, repre­sen­tan las dos épo­cas que se reúnen sobre el esce­na­rio”, expli­ca Gon­zá­lez. Inten­tan­do recrear la sen­sa­ción de vacío y deso­la­ción inter­na de los per­so­na­jes, se cui­da una pues­ta en esce­na deli­ca­da y lle­na de con­tras­tes, que cuen­ta con el sello de La Dra­má­ti­ca Pro­duc­cio­nes y sigue la este­la de mon­ta­jes ante­rio­res, como Flo­res Azu­les, Pre­mio del Públi­co de Sala Rus­sa­fa al Mejor Espec­tácu­lo de Com­pa­ñía Valen­cia­na en 2018.

En el pro­pio tex­to siem­pre encon­tra­mos ele­men­tos refe­ren­tes a la natu­ra­le­za, tie­ne cru­de­za pero, al mis­mo tiem­po, es poé­ti­co. Y eso se tras­la­da a las imá­ge­nes que crea­mos sobre las tablas, al cui­da­do que pone­mos en las esce­nas, las tran­si­cio­nes, siem­pre miman­do mucho la luz, los ges­tos, los tiem­pos”, aña­de la crea­do­ra.

En defi­ni­ti­va, Si due­le no es amor tie­ne la inten­ción de hacer que la audien­cia refle­xio­ne sobre la impor­tan­cia de edu­car sobre la vio­len­cia de géne­ro por­que, a pesar de las denun­cias, las cam­pa­ñas y y la toma de con­cien­cia de una par­te de la socie­dad, la com­pa­ñía recal­ca que el pro­ble­ma sigue tan vigen­te como hace siglos.

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