Los comen­sa­les encon­tra­rán, jun­to a los pla­tos emble­má­ti­cos de la casa, nove­da­des esti­va­les y un nue­vo menú «Boca­dos» crea­do para com­par­tir y dis­fru­tar sin eti­que­tas.

El res­tau­ran­te Somos Raro, ubi­ca­do en el núme­ro 10 del Paseo de la Ala­me­da de Valen­cia, afron­ta el verano con una reno­va­da pro­pues­ta gas­tro­nó­mi­ca que com­bi­na raí­ces valen­cia­nas y mati­ces via­je­ros.

Bajo la direc­ción del dúo crea­ti­vo Ser­gio Rozas e Ibai Ben­go­chea —coci­na— y Sara Fol­ga­do —sala—, este pro­yec­to que abrió sus puer­tas en diciem­bre de 2022 apues­ta por una coci­na des­en­fa­da­da y de autor, don­de los ingre­dien­tes de cer­ca­nía y los recuer­dos de via­je se fusio­nan para ofre­cer una expe­rien­cia úni­ca en la ciu­dad de Valen­cia.

La Ali­ta César ofre­ce una rein­ter­pre­ta­ción de la ensa­la­da clá­si­ca con­ver­ti­da en taco: ali­ta de pollo cam­pe­ro des­hue­sa­da, ser­vi­da en hoja de lechu­ga, con una sedo­sa sal­sa césar case­ra y ver­du­ras encur­ti­das. La ensa­la­da de toma­tes del Pere­lló rin­de home­na­je a la huer­ta con strac­cia­te­lla, sal­sa macha, botar­ga y migas de pan­ko, logran­do un equi­li­brio entre tra­di­ción y van­guar­dia. Las clòtxi­nas valen­cia­nas, en su ver­sión Thai al vapor y baña­das en leche de coco, son una pro­pues­ta aro­má­ti­ca y deli­ca­da para el verano.

Otra apues­ta des­ta­ca­ble es la reno­va­da Coca de Dac­sa de atún Bal­fe­gó, con carri­lle­ra des­mi­ga­da, mos­ta­za, pimien­tos asa­dos y que­so ahu­ma­do sobre una base de maíz cru­jien­te, un pla­to que des­ta­ca tan­to por su sabor como por su téc­ni­ca.

El menú «Boca­dos» es una expe­rien­cia pen­sa­da para el verano y crea­da para com­par­tir. Por 30 euros, el comen­sal pue­de dis­fru­tar de sie­te ela­bo­ra­cio­nes que reco­rren los mayo­res hits de la casa: des­de la cro­que­ta car­bo­na­ra con guan­cia­le y yema cura­da, pasan­do por el mon­ta­di­to de steak tar­tar con polen­ta fri­ta y rai­fort, has­ta el mini biki­ni de carri­lle­ra al esti­lo birria, mayo­ne­sa de chi­potle y que­so com­té. Para cerrar, el menú ofre­ce un tira­mi­sú de cre­maet, ver­sión valen­cia­na del clá­si­co pos­tre ita­liano, que des­bor­da aro­ma y tex­tu­ra.

Con un mar­ca­do tra­ba­jo de dise­ño y la pre­sen­cia de pie­zas cerá­mi­cas de Mao­ra, el res­tau­ran­te cuen­ta con capa­ci­dad para 72 per­so­nas en su inte­rior y 32 en la terra­za, en pleno Jar­dín del Turia. En su car­ta de vinos des­ta­can unos 50 refe­ren­tes nacio­na­les, espe­cial­men­te vinos de míni­ma inter­ven­ción y sin adi­ti­vos.