A medio camino entre el ini­cio de la pri­ma­ve­ra y la lle­ga­da del verano, y una vez sol­ven­ta­dos los chu­bas­cos pre­sen­tes en la Sema­na San­ta, las terra­zas gas­tro­nó­mi­cas flo­re­cen en la ciu­dad.

El pro­ble­ma, aun­que cada vez lo es menos, es encon­trar luga­res que abran los lunes. Por­que, si bien los fines de sema­na siguen rei­nan­do en las reser­vas culi­na­rias, el turis­mo y su des­es­ta­cio­na­li­za­ción impul­san nue­vos usos hora­rios.

Muchos res­tau­ran­tes han deci­di­do tras­la­dar el día de cie­rre inter­se­ma­nal al mar­tes, pese a que se con­ti­nua apos­tan­do por tra­tar de des­can­sar tras lo que sue­len ser vier­nes, sába­dos y domin­gos inten­sos.

Repa­sa­mos cua­tro opcio­nes diver­sas para aque­llas per­so­nas que bus­can ini­ciar la sema­na comien­do fue­ra de casa.

• Bajo­que­ta Bar: con una enor­me terra­za pri­va­ti­va al final del local, su afo­ro y ofer­ta de coci­na inin­te­rrum­pi­da le con­vier­ten en una de las opcio­nes más com­ple­tas des­de la hora del almuer­zo a la de la cena.

• Barra­fi­na: con la tran­qui­li­dad de una calle pea­to­nal, sus pro­duc­tos fres­cos y varie­dad de bode­ga le con­vier­ten en la barra de refe­ren­cia del cen­tro de la ciu­dad.

• Bar Ton­yi­na: un clá­si­co de la ciu­dad que sigue evo­lu­cio­nan­do y une a comen­sa­les his­tó­ri­cos con visi­tan­tes a una de las zonas de mayor cre­ci­mien­to gas­tro­nó­mi­co.

• Front: idó­neo para quie­nes bus­quen mirar al mar. Ins­ta­la­do bajo el edi­fi­cio The Ter­mi­nal Hub, pue­de tapar o des­ta­par su terra­za en fun­ción de las con­di­cio­nes meteo­ro­ló­gi­cas.