El cre­ci­mien­to gas­tro­nó­mi­co de Valen­cia va para­le­lo a la diver­si­dad de opor­tu­ni­da­des para encon­trar res­tau­ran­tes atí­pi­cos. Pero, en la mayo­ría, si bien flo­re­cen los reser­va­dos, últi­ma­men­te que­da poco espa­cio para los rin­co­nes román­ti­cos.

No es el mis­mo San Valen­tín el que se plan­tea una pare­ja joven con un poder adqui­si­ti­vo deter­mi­na­do que otra más con­so­li­da­da, per­so­nal y pro­fe­sio­nal­men­te. Pero lo cier­to es, que de un tiem­po a esta par­te, la ciu­dad ha vis­to incre­men­ta­das sus opcio­nes en todos los sen­ti­dos.

Asi­mis­mo, que­dan lejos los tiem­pos don­de ape­nas se dis­po­nía de nue­vos tipos de coci­na. Al igual que con el mun­do del vino y los espu­mo­sos, la evo­lu­ción del pala­dar local mer­ced a via­jes y bús­que­da de expe­rien­cias más allá de lo medi­te­rrá­neo abre el aba­ni­co a cual­quier tipo de per­fil.

Cin­co luga­res con su pro­pia per­so­na­li­dad en zonas dis­tin­tas de la ciu­dad ofre­cen la posi­bi­li­dad de una cele­bra­ción dife­ren­te. Esta es nues­tra selec­ción.

CASA D’ARAGONA.- Revi­ta­li­zar la calle Caba­lle­ros con un local de diver­sas estan­cias y una pro­pues­ta de pla­tos ita­lia­nos pre­mium. Más allá de la pas­ta y la piz­za, fiam­bres exce­len­tes y gas­tro­no­mía del sur para des­cu­brir.

BORGIA WINE BAR.- Jus­to enfren­te se ubi­ca un lugar don­de solo una pare­ja podrá reser­var. A la mesa con­jun­ta para 10 comen­sa­les, que pre­si­de el local, se le une un peque­ño reser­va­do en la par­te alta. Vinos por copas, cocas de la Mari­na Alta y la sen­sa­ción de vivir la his­to­ria de una de las fami­lias legen­da­rias de la Comu­ni­tat Valen­cia­na.

KAIKAYA.- Sí, está en la Pla­za del Ayun­ta­mien­to. Qui­zá por eso reci­be menos aten­ción de la que debe­ría. Deco­ra­ción tro­pi­cal con peque­ños reser­va­dos per­so­na­li­za­dos en la sala supe­rior. Y sor­pren­den­tes pla­tos de fusión como las gyo­za de fei­joa­da.

BACAI.- La tran­qui­li­dad de pro­bar una de las zonas que cre­ce­rán en los pró­xi­mos años. En la nue­va Mali­lla se ofre­cen pla­tos ela­bo­ra­dos, una car­ta amplia con pro­duc­to de cali­dad y un lugar lleno de luz con cris­ta­le­ras altas y jar­di­nes ver­ti­ca­les.

NOBLE.- La nue­va aper­tu­ra del Ensan­che, jun­to al Mer­ca­do de Colón, com­bi­na una deco­ra­ción cer­ca­na a los gran­des bis­trot fran­ce­ses con diver­si­dad de pla­tos. Para sobre­me­sas lar­gas y con­ver­sa­cio­nes a media luz.