Una esce­na de «Arcán­ge­les».

Últimos días de la obra de Chema Cardeña basada en hechos reales de personas que han sufrido o sufren aún la falta de aceptación de la diversidad sexual.

«Arcán­ge­les»

La tra­yec­to­ria de Che­ma Car­de­ña como dra­ma­tur­go ha inclui­do la revi­sión his­tó­ri­ca de temas como la reli­gión, el poder, la polí­ti­ca o el papel social del arte. Sal­dan­do una deu­da pen­dien­te con­si­go mis­mo, ha escri­to y diri­gi­do «Arcán­ge­les», un espec­tácu­lo que reco­rre en 80 años y 6 paí­ses dis­tin­tos la acep­ta­ción social de la homo­se­xua­li­dad mas­cu­li­na. Una valien­te pro­pues­ta de tea­tro social que del 1 al 11 de febre­ro llega al Cicle de Com­pan­yies Valen­cia­nes de Sala Rus­sa­fa.

Este pro­yec­to de Rafa Alar­cón Pro­duc­cio­nes para la Direc­ció Gene­ral de Cul­tu­ra i Patri­mo­ni de la Con­se­lle­ria de Cul­tu­ra i Esport, con la cola­bo­ra­ción de Rus­sa­fa Escè­ni­ca, se pre­sen­tó en la últi­ma edi­ción del fes­ti­val.

Esta sema­na, Sala Rus­sa­fa aco­ge el estreno de la ver­sión para tea­tro de este espec­tácu­lo den­tro de su pro­gra­ma­ción de febre­ro, para la que Car­de­ña ha man­te­ni­do un ele­men­to esen­cial para lograr la empa­tía y emo­ción del públi­co. Los asis­ten­tes van a sen­tar­se úni­ca­men­te en las pri­me­ras filas y en unas sillas colo­ca­das en el pro­pio esce­na­rio, que se trans­for­ma­rá en un patí­bu­lo. El obje­ti­vo es que pue­dan ver de cer­ca a los per­so­na­jes, dis­fru­tar de los mati­ces de la viven­cia que los acto­res tie­nen de unas his­to­rias tan con­mo­ve­do­ras como vero­sí­mi­les.

“La cer­ca­nía es un aspec­to fun­da­men­tal de la obra por­que lo que están con­tan­do los per­so­na­jes no es algo que se decla­me. Se vive de mane­ra con­te­ni­da, dejan­do la emo­ción sur­gir en peque­ños ges­tos, en deta­lles y mira­das que se pue­den apre­ciar al tener a los acto­res cer­ca. Ade­más, es una metá­fo­ra de cómo se juz­ga a quie­nes tene­mos al lado, de cómo nos aso­ma­mos a su inti­mi­dad para opi­nar sobre temas tan per­so­na­les como a quién se quie­re o con quién se duer­me”, expli­ca el dra­ma­tur­go y direc­tor.

Con dos pases dia­rios de jue­ves a sába­do a las 19 y 21 horas, y uno los domin­gos a las 19h, el afo­ro se limi­ta a 60 per­so­nas por repre­sen­ta­ción para no rom­per la inti­mi­dad de una pues­ta en esce­na que cuen­ta con músi­ca en vivo a car­go de Syl­vie Ber­ger, quien con su vio­la irá ambien­tan­do el paso de unas his­to­rias a otras.

De Alemania a España, pasando por Inglaterra, EEUU, Afganistan y Rusia

“Me pare­cía más hones­to escri­bir sobre un tema que conoz­co a nivel per­so­nal, por eso me he cen­tra­do en el cas­ti­go y recha­zo de la homo­se­xua­li­dad mas­cu­li­na. Estoy segu­ro de que hay auto­ras homo­se­xua­les que ten­drían mucha más expe­rien­cia y cono­ci­mien­to para refle­jar la viven­cia feme­ni­na de este tema que, ade­más, a nivel his­tó­ri­co ha sido dis­tin­ta. Por ejem­plo, esta­ba bien vis­to que dos muje­res vivie­ran jun­tas. Te diría que has­ta por razo­nes esté­ti­cas o de invi­si­bi­li­za­ción, terri­bles. Pero para dos hom­bres com­par­tir la vida era algo inmo­ral y has­ta ile­gal en algu­nos paí­ses”, argu­men­ta Car­de­ña.

De hecho, a la hora de aco­tar su inves­ti­ga­ción his­tó­ri­ca, deci­dió mos­trar la estig­ma­ti­za­ción social que supu­so la ley nazi que equi­pa­ra­ba las rela­cio­nes entre hom­bres a las que se tuvie­ran con ani­ma­les. “Empe­za­ron a lle­var a gays a los cam­pos de con­cen­tra­ción, su con­di­ción sexual se codi­fi­ca­da con un trián­gu­lo rosa en la ves­ti­men­ta. Y los some­tían a todo tipo de veja­cio­nes y tor­tu­ras. Los que sobre­vi­vie­ron, que fue­ron muy pocos, se encon­tra­ron con la para­do­ja de que la cons­ti­tu­ción ale­ma­na man­tu­vo esa ley. Así que, al ser libe­ra­dos los cam­pos, los ence­rra­ron en psi­quiá­tri­cos”, expli­ca el dra­ma­tur­go sobre un tema poco cono­ci­do, al haber muy poca lite­ra­tu­ra auto­bio­grá­fi­ca y estu­dios.

De la expe­rien­cia del pre­so gay en un cam­po nazi en 1945, el espec­tácu­lo sal­ta a la Ingla­te­rra de los años 50 don­de un pres­ti­gio­so inves­ti­ga­dor en medi­ci­na es repu­dia­do social­men­te al des­cu­brir­se su orien­ta­ción sexual. “En una socie­dad tan civi­li­za­da como la bri­tá­ni­ca, has­ta los años 60 estu­vo pena­da la homo­se­xua­li­dad”, remar­ca Car­de­ña, enla­zan­do con otro de los per­so­na­jes, Mal­va­lo­ca, tra­ves­ti espa­ñol cuyo rela­to se desa­rro­lla en los años sesen­ta, aun­que la per­se­cu­ción al ampa­ro de la ‘Ley de vagos y malean­tes’ man­tu­vo la per­se­cu­ción a los homo­se­xua­les des­de el 33 has­ta el 70, cuan­do fue sus­ti­tui­da por la de Peli­gro­si­dad Social, que sos­tu­vo la estig­ma­ti­za­ción del colec­ti­vo en Espa­ña has­ta 1989.

Todos los per­so­na­jes tie­nen refe­ren­tes reales, des­de Alan Tou­ring, mate­má­ti­co que ayu­dó a des­co­di­fi­car los men­sa­jes del fren­te ale­mán en la II Gue­rra Mun­dial, a la artis­ta trans Flor de Oto­ño, que actua­ba en loca­les clan­des­ti­nos don­de los círcu­los fran­quis­tas acu­dían de tapa­di­llo. “Tam­bién el quar­ter­back de fút­bol ame­ri­cano que apa­re­ce en el espec­tácu­lo. En los años 80 hubo un fut­bo­lis­ta bel­ga que, ante la pre­sión social, deci­dió qui­tar­se la vida por­que era impo­si­ble ser un héroe depor­ti­vo y homo­se­xual”, sos­tie­ne el dra­ma­tur­go, para quien era muy impor­tan­te refle­jar en el espec­tácu­lo cómo leyes repre­so­ras de esta­dos fas­cis­tas se van intro­du­cien­do en cons­ti­tu­cio­nes apa­ren­te­men­te demo­crá­ti­cas y, final­men­te, es la pro­pia gen­te de la calle la que se toma esa ‘jus­ti­cia’ por su mano.

El papel cen­sor de las reli­gio­nes apa­re­ce refle­ja­do en el per­so­na­je afgano que cuen­ta su caso en pleno 2021 y la vio­len­cia social impu­ne se mues­tra en la his­to­ria del joven estu­dian­te ruso de 2023. “Estu­diar la docu­men­ta­ción para estos casos, más cer­ca­nos en el tiem­po, ha sido más sen­ci­llo. Pero más dolo­ro­so por­que ves cómo esto sigue suce­dien­do, cómo hay paí­ses en el mun­do que nie­gan que la homo­se­xua­li­dad exis­ta. Pare­ce que en 80 años debe­ría­mos haber avan­za­do. Pero, en muchos sen­ti­dos, esta­mos invo­lu­cio­nan­do”, sub­ra­ya Car­de­ña.

Rafa Alar­cón (que alter­na sesio­nes con Fran de la Torre), Jeró­ni­mo Cor­ne­lles (que hace lo pro­pio con José Zamit), Darío Torrent, Miguel Vicen­te Cla­ger, Sao­ro Ferre y Miguel Seguí son los encar­ga­dos de encar­nar estas his­to­rias lle­nas de ver­dad y sen­ti­mien­to, reple­tas de mati­ces, con­ten­ción y rea­lis­mo. Para la com­pa­ñía, ha resul­ta­do espe­cial­men­te intere­san­te poder mos­trar nue­vas face­tas de los intér­pre­tes, algu­nos más cono­ci­dos por su vis cómi­ca o por la popu­la­ri­dad del per­so­na­je Liz Dust en el que Cla­ger se trans­for­ma den­tro de la esce­na LGTBQ+. “El públi­co va a encon­trar­se con inter­pre­ta­cio­nes total­men­te dife­ren­tes a lo que qui­zá espe­ra­ban de estos acto­res. Es otra mane­ra de esta pie­za de des­mon­tar pre­jui­cios”, ase­gu­ran des­de la com­pa­ñía valen­cia­na, que duran­te dos sema­nas y con dobles pases ofre­ce­rá al públi­co la opor­tu­ni­dad de dis­fru­tar de «Arcán­ge­les», una pro­pues­ta audaz, emo­cio­nan­te, ínti­ma y “más nece­sa­ria que nun­ca”.

Pue­de con­sul­tar los hora­rios de las fun­cio­nes y com­prar las entra­das aquí.

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